Clínica Bolívar deja local de Beneficencia en estado ruinoso
La Clínica Bolívar aceptó el desalojo ordenado por la autoridad judicial y abandonó el inmueble que le pertenece a la Beneficencia, pero no sin antes vandalizar el local y llevarse hasta los lavaderos. Incluso, según los directivos de la Beneficencia Pública, se llevaron cosas que no les pertenecían.
El local donde la conocida clínica funcionó por más de una década ahora está sin puertas, sin losetas y con las paredes de drywall destrozadas. Así lo dejaron los propietarios de la referida clínica.
La diligencia judicial de desalojo de la clínica se reprogramó en más de una ocasión porque tenían pacientes internados. Ayer se realizaría por tercera vez la diligencia, pero los directivos de la clínica se adelantaron y en los días anteriores retiraron sus equipos.
Pero la salida no fue la que la Beneficencia esperaba. «Nos han hecho entrega del local de manera deplorable, inhabitable», se quejó el gerente de la Sociedad de Beneficencia Pública de Huánuco, David Huaynates Peña, para luego anunciar que tomará «acciones legales».
Según indicó, cuando la clínica empezó a funcionar en este local, «se les entregó el inmueble en condiciones óptimas, en cuanto a la infraestructura»; pero el local que entregaron ayer, literalmente, estaba destrozado. Hasta los tubos de agua y las conexiones eléctricas se llevaron.
Pero no solo dañaron la infraestructura; sino que se habrían llevado hasta las pertenencias de la Beneficencia. De acuerdo con Huaynates, la Clínica se llevó consigo mobiliarios que les dio la entidad junto con el local, como camillas, sillas y una mesa quirúrgica.
«¡Se han robado las cosas! Cuando se les entregó se les dio equipos médicos. Acá teníamos una sala de operaciones. Han sacado los tubos de agua y desagüe, conexiones de luz; han roto las paredes. Todo se han llevado», dijo el gerente de la Beneficencia.
El subgerente de Actividad Económica y Comercial de la Beneficencia, Víctor Ortega, detalló que las llaves de las instalaciones sanitarias, de las instalaciones eléctricas, los tomacorrientes, interruptores, y «todos los equipos han sido desmantelados».
DEUDA DE LUZ Y AGUA
De acuerdo con el funcionario, la clínica también deja a la Beneficencia Pública con una deuda de aproximadamente cuatro meses de luz y de agua, aunque no pudo precisar a cuánto ascendería dicha deuda.
«Como Beneficencia ya hemos enviado los documentos indicando que el consumo que no hemos hecho nosotros no lo vamos a cubrir», indicó Víctor Ortega.
La Clínica Bolívar perdió un juicio contra la Sociedad de Beneficencia Pública de Huánuco por ocupante precario. Su contrato de alquiler venció en el 2018, pero hasta hace unos días seguía ocupando el local y sin pagar.
El contrato entre ambos se celebró en el 2008 y la Clínica Bolívar solo pagaría 1 800 soles mensuales por el local de 650 metros cuadrados. Más tarde el alquiler subiría a 3 mil soles.
Pero en el 2013, cuando terminó el tiempo del contrato, la clínica pidió continuar en el local y en una cuestionada conciliación extrajudicial se acordó que pagaría incluso menos de lo que pagaba antes.
Por esta conciliación la expresidenta de la Beneficencia, Zulma Picón, es investigada por colusión agravada. Esta investigación también involucra a la gerente de la Clínica Bolívar, Kathlyn Alvarado Sabrera.