El fascinante mercado de las pulgas de Amarilis

Docente Fac. de Ciencias Contables y Financieras – Unheval
Los mercados de pulgas existen en países desarrollados y no desarrollados y en todos los departamentos del Perú constituyéndose como un lugar para encontrar productos a precios módicos y dinamizar la economía informal.
¿De dónde proviene el nombre de “mercado de las pulgas”? Para responder esta pregunta nos remontamos al primer mercado de pulgas en París, Francia, donde se vendían bienes de segunda mano, principalmente ropa infestada por pulgas. Así surgió el nombre que se ha generalizado en todo el mundo.
El mercado de las pulgas en Amarilis, Huánuco, es uno de los más grandes de las provincias del Perú, con aproximadamente 300 vendedores distribuidos en 7 cuadras del malecón Los Incas. La gran feria de bienes usados se realiza desde el viernes hasta el domingo, cuando se acentúa la presencia de vendedores. Algunos, incluso, venden desde el martes hasta el domingo. Definitivamente, los días con mayor afluencia de compradores son el sábado y el domingo, cuando muchas familias y personas acuden, ya sea para comprar o simplemente disfrutar del ambiente como una actividad recreativa.
LO QUE PUEDES ENCONTRAR
En el mercado de las pulgas de Amarilis se ofrece una amplia variedad de bienes a precios ganga: antigüedades, productos discontinuados, artículos de colección, ropa, muebles, herramientas, equipos de sonido, souvenirs, plantas, tecnología e incluso comida. Puedes encontrar artículos desde S/ 0.50. Hay ropa nueva con etiqueta, motocicletas y carritos para niños, bicicletas de hace 60 años, entre otros. Para algunos, visitar este mercado es tan divertido como un paseo por un museo de antigüedades.
El mercado de las pulgas de Amarilis, en Huánuco, tiene un aproximado de 300 vendedores y ofrece diversas gangas, dinamizando la economía local»
AMBIENTE AGRADABLE
Los compradores perciben una experiencia de compra agradable, un lugar ideal para socializar con vendedores y otros compradores. No existen reglas estrictas, lo que permite una interacción más libre, y los precios atractivos con la calidad de algunos productos, hacen del mercado un lugar especial. Recuerdo haber visto un reloj despertador antiguo de buena marca, pensando que costaría mucho, lo dejé. Inmediatamente, un cliente lo tomó y, al preguntar el precio, quedé asombrado cuando le dijeron S/ 0.50. En ese momento, pensé que debería haberlo comprado para mi colección.
Los mercados de pulgas combinan fascinantemente informalidad y formalidad, junto con una atracción económica muy satisfactoria.
LOS VENDEDORES
Los vendedores del mercado de pulgas tienen diversas circunstancias. Algunos lo hacen por necesidad, como una fuente de ingreso para sobrevivir, siendo la mayoría de los casos. Otros buscan mejores ingresos que en el mercado formal, satisfacción personal por ser su propio jefe o incrementar sus ingresos. Para algunos, vender en el mercado de pulgas es una forma de constituir su capital y ganar experiencia antes de ingresar al mercado formal.
Tesaly, una vendedora de ropa de segunda mano, ejemplifica el sacrificio diario de llevar y recoger mercadería de martes a domingo, destinando sus ingresos para la manutención de su familia. Personas como ella se sacrifican diariamente para superar y ayudar a sus familias.
LOS COMPRADORES
Los mercados de pulgas satisfacen las necesidades de los compradores con la variedad de productos que ofrecen. Algunos compradores acuden con intenciones específicas, mientras que otros disfrutan del ambiente cálido de los vendedores y otros compradores. Los compradores intensivos asisten semanalmente en busca de gangas, sintiendo una gran satisfacción por sus compras y la diversidad de productos disponibles.
Los clientes habituales prefieren este tipo de ambiente informal sin reglas, donde encuentran precios bajos, productos únicos y un espacio recreativo. Pueden vitrinear sin restricciones, cotizar, manipular productos libremente y, después del recorrido, disfrutar de comida ofrecida en el mercado.
ORGANIZACIÓN
Los vendedores están organizados por cuadras, cada una con un presidente encargado de empadronar. Aunque no tributan formalmente al Estado (no cuentan con número de RUC, Registro Único de Contribuyentes), pero pagan una tasa a la Municipalidad de S/ 1 por derecho de uso de la vía pública. En las 7 cuadras existen de 4 a 5 asociaciones que organizan a los vendedores para ocupar adecuadamente el espacio. El mercado de las pulgas de Amarilis es considerado uno de los más grandes del Perú, solo superado por el de Lima. Por el volumen de operaciones, especialmente los fines de semana, genera una economía informal significativa que contribuye al crecimiento de los vendedores.