Indicadores sociales (la mies es mucha)

¿Qué pensarías de aquella persona que gana mucho dinero pero que no tiene para pagar los estudios de su hijo, no tiene casa, o si tiene, no cuenta con los servicios básicos adecuados y sus hijos piden limosna en la calle? Pero lo que si tiene es un auto del año, viste ropa cara, va de viajes para disfrutar y no se pierde las fiestas de los fines de semana.
Lo que narro es algo imaginario, una utopía, aunque quizás puede ser la historia de algunos. Pero lo cierto es que esta es la historia de muchos países y quienes lo administran son como el Padre de la historia.
En esta corta historia podemos ver que de nada vale que una persona tenga mucho dinero cuando ese dinero no es bien utilizado para el bienestar de su familia. ¿Y cómo se mide el bienestar de una familia? Con esta pregunta quiero ir a una pregunta que tiene que ver con el título de esta publicación:
¿Cómo se mide el bienestar y calidad de vida de un país?
Para evaluar cómo está el bienestar y calidad de vida de la población de un país, es muy necesario revisar los indicadores sociales. Hasta el día de hoy, en el Perú, hay muchos indicadores sociales y que tienen que ver con: ingreso y pobreza, salud, educación, vivienda, empleo, seguridad alimentaria, género, medio ambiente y acceso a los servicios básicos.
Pienso que todo profesional, que se hace llamar magister o doctor, está obligado a revisar los indicadores sociales desde su campo de acción y tratar de contribuir con su mejora.
Prestemos atención en los indicadores sociales de pobreza y salud, porque como dijo alguien, los pobres y los enfermos son el corazón de Dios, si le servimos a ellos, estamos sirviendo también a Dios»
Tal vez alguien dirá: a mi qué me importa los indicadores sociales.
Pues debo confesar que yo también pensaba igual hasta que un día leí en los evangelios que Jesús también estaba vinculado con ello. Dice en Juan que, Jesús, al ver a la multitud que le seguía tuvo compasión de ellos porque estaban desamparadas. En otra versión de la biblia dice que vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. Y al verlos dijo:
La mies es mucho, los obreros pocos…
Mateo 9:37
En las iglesias se enseña que la mies son todas aquellas personas que no conocen a Dios y los obreros son aquellas personas que están dispuesto a trabajar enseñando la palabra de Dios. También estoy de acuerdo con ello. Pero también creo que la mies son aquellas personas que están desamparadas o en necesidad y que necesitan ser atendidas. Viendo la vida de Jesús, él se dedicó a ello. Claro que su propósito no fue ello, pero fue parte de sus actividades. En mateo 9:35 dice:
Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
En este versículo podemos identificar 4 actividades que hacía Jesús: predicar, enseñar, sanando las enfermedades y dolencias. Si podríamos expresar este versículo en términos numéricos se diría que Jesús se dedicó el 50% a predicar y el 50% en atender las necesidades. Otra forma de ver sería: 75% hablar y 25% atender a los necesitados. La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cuánto de nuestro tiempo o ingreso lo destinamos a los necesitados? Si eres parte de una organización sin fines de lucro, ¿sabes cuánto de lo que recauda lo destina a los necesitados?
Tal vez alguien dirá: yo veo a mis vecinos y a mi alrededor y no veo que tienen necesidad. Por eso, justamente Jesús en otro evangelio dijo: estuve enfermo y en la cárcel, no me visitaste; tuve hambre, no me diste de comer; estuve desnudo y no me vestisteis. A los necesitados lo encontraremos en los hospitales, en la cárcel, por los cerros, etc. Nos corresponde salir a buscarlos y atender sus necesidades.
Hace poco escuché a una persona, que ayuda públicamente, decir que le habían denunciado sus redes sociales para que no pueda recaudar fondos y no siga ayudando. La verdad que al principio me sorprendí de cómo existen personas que no dejan que las personas ayudan a los demás. Hasta pienso que muchos de los que denunciaron la página en ningún momento dieron su apoyo. Pero luego recordé que no son los únicos. En el estado lastimosamente hay muchas personas así. Falta tomar conciencia que el estado es una organización donde todos aportan-con sus tributos- con la finalidad de atender las necesidades básicas de la población y a los necesitados. Pero lamentablemente hay quienes no lo ven de esa forma y piensan que el estado debe satisfacer sus intereses y comodidades. Pienso que, si tan solo se haría un buen uso de los recursos que hay en el estado, se podría lograr el bienestar de la población; pero, por un mal uso, no es así.
Según las cifras oficiales, al 2022, en el Perú de cada 100 personas, 6 personas son de extrema pobreza y viven con S/ 200.00 mensual. Haciendo un cálculo frío sería aproximadamente casi 2 millones de peruanos, lo que sería más de 2 veces la población de la región de Huánuco. Es momento de prestar atención a los indicadores sociales y contribuir para que exista una mejor calidad de vida y bienestar en TODA la población. Los indicadores sociales más tristes que tiene el Perú son los indicadores sociales de pobreza y salud, hay que darle mayor atención, porque como dijo alguien: los pobres y los enfermos son el corazón de Dios, si le servimos a ellos, también estamos sirviendo a Dios.