¿Las madres del Perú tendrán lugar en el siguiente gobierno?

Pier Paolo Marzo Rodríguez
Pier Paolo Marzo Rodríguez

Hace una semana celebramos a nuestras mamás o recordamos a las que ya no están con nosotros. Y de seguro, en la mesa familiar alguien habrá recordado que «no se trata de celebrarlas un solo día al año».

Menos en Perú, donde nuestras mamás trabajan doble: llevan ingresos a sus casas y a la vez cuidan en ellas a hijos o hijas. Doble trabajo diario que en este tiempo de pandemia se acrecentó por motivos como estos:

1. Las madres trabajadoras han sido y son ahora auxiliares de docencia de los escolares peruanos, jugando en la práctica un papel central en la estrategia “Aprendo en Casa”.

2. Ante la tardía reacción del gobierno en ayudarlas con bonos que llegaron a destiempo, tuvieron que salir a la calle a seguir buscando ingresos, en ventas ambulatorias, pequeños negocios, en los mercados y en servicios de primera línea como los de técnicas en enfermería y enfermería, limpieza pública, entre otros donde la presencia femenina es porcentualmente mayor.

3. Lo anterior acrecentó las cargas de trabajo o los riesgos de contagio, aumentando a la vez los motivos de ansiedad. Ellas fueron quiénes sobrellevaron la mayor parte de las angustias y los problemas de salud mental que se activaron en las familias.

4. Y sin ninguna política pública dirigida a ellas. A pesar de que sus labores de cuidado no son sólo en beneficio de sus hijos o hijas, sino de toda la sociedad, pues esos cuidados repercuten en la formación de los ciudadanos y ciudadanas más adelante.

Todo lo anterior, agravado en las madres solteras, que además de sobrellevar el doble trabajo, los riesgos y las angustias sin apoyo del Estado, tampoco tuvieron el apoyo de los padres de sus niños o niñas.

Ante ello, más que nunca, urge implementar una política de cuidados. Que no partiría de cero. Ya existe el subsidio por maternidad a cargo de EsSalud para las trabajadoras formales, algunos regímenes laborales cuentan con una asignación familiar y tenemos el programa Cuna Más. Sobre ello, tenemos el llamado “Plan Micaela» de quien fue candidata por Juntos por el Perú, Verónika Mendoza, con una propuesta de Sistema Peruano de Cuidados para reconocer económica y socialmente el trabajo doméstico de las madres; y reforzar las salas – cunas y guarderías en espacios de trabajo público y privado, desde los 6 meses hasta los 4 años, con alimentación, cuidado, educación, servicios básicos e instalaciones adecuadas para el desarrollo de las niñas y los niños. Adicionalmente, se podría implementar un monitoreo diario vía mensajes al celular de cada mamá, vía un programa “Tu madrina”, donde personal adscrito al establecimiento de salud más cercano, acompañe a las mamás con consejos permanentes sobre cuidados en los tres primeros años de vida de sus vástagos. Al mismo tiempo, se puede reforzar la defensa pública de madres solteras, para una mayor efectividad en hacer cumplir las obligaciones alimentarias de los padres descuidados.

Este conjunto de medidas y otras, pasa por comprender que la inversión en cuidados maternos, reditúa en el bienestar social, de muchas formas.

Por ello, esperamos que en los debates organizados por el Jurado Nacional de Elecciones, se expongan líneas de política y medidas como las indicadas. En los rubros de Economía y promoción del empleo, Educación, ciencia e innovación, y derechos humanos, políticas sociales y atención a poblaciones vulnerables. Tanto a nivel de las candidaturas, como de los equipos técnicos. Sin olvidar que una de aquéllas carga con el pasivo de las esterilizaciones forzadas del gobierno de Alberto Fujimori, que jamás podrían pasar como una «política de planificación familiar» y que aún requieren de justicia y reparación.

Cuidar a nuestras madres, respetarlas y valorarlas es cosa de todos los días, también en épocas electorales, dónde tenemos la oportunidad de hacerles saber a los propulsores de políticas, que nos importa que ellas sean recordadas y atendidas.

     
 

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