Reformas indispensables para recuperar nuestro país 

Germán Vargas Farías

En este mismo espacio, a inicios de mayo pasado, escribí: «Sin embargo, aunque la consigna #QueSeVayanTodos fuese unánime, y finalmente se lograse el adelanto de elecciones deseado, de poco o casi nada servirá si no es parte de una agenda y clamor que incorpore la urgencia de implementar reformas. Nuevas elecciones, con las mismas reglas, nos dará más de lo mismo» (Adelanto de elecciones, hacer posible lo necesario).

Comenté también aquella vez que el momento era decisivo, «y a las organizaciones de la sociedad civil, y ciudadanas y ciudadanos en general, nos toca incidir, presionar, exigir, para que el adelanto de elecciones, y las reformas sucedan».

Ya desde entonces se empezaba a articular una iniciativa desde la sociedad civil con el propósito de buscar maneras de superar la crisis, logrando rápida adhesión la convocatoria para —como reseñan en sus documentos— construir consensos a fin de que nuestro sistema democrático recupere la política para ponerla al servicio de todos los peruanos y peruanas.

Que la justa indignación ciudadana frente a los claros indicios de corrupción y degradación en el Poder Ejecutivo y en el Congreso de la República se transforme en participación y compromiso para recuperar la política, y para redimir nuestro país»

Así fue que nació la Coalición Ciudadana para recuperar la política, emitiendo su primer manifiesto el 27 de julio del presente año y planteando, de inicio, tres acciones específicas: 1) Acordar una agenda ciudadana de mediano y largo plazo con compromisos concretos; 2) Concertar reformas políticas y electorales indispensables; y 3) Demandar el adelanto de elecciones generales.

Recuperar la política implica y exige recuperar la iniciativa, y una coalición ciudadana plural, diversa y sin vínculos partidarios, integrada por más de 220 organizaciones, es una buena noticia si está firmemente comprometida con la defensa de la institucionalidad democrática y los derechos humanos.

Anteayer, la Coalición Ciudadana dio un paso más con miras a alcanzar su propósito. En conferencia de prensa, representantes de diversas organizaciones partícipes en esta movilización cívica presentaron «un paquete de reformas prioritarias para superar la grave crisis política que atraviesa nuestro país, caracterizada por la ingobernabilidad, extendida corrupción y débil representación».

Salir de la crisis, dije en mi artículo de mayo, requiere un acuerdo ciudadano que exija y consiga un acuerdo político que empiece por tomar en serio al país. Creo que en esa dirección apunta la Coalición Ciudadana, y las conversaciones previas y posteriores, así como cada consigna formulada en la reunión con la prensa realizada el lunes, fueron una suerte de declaraciones de fe, pero también afirmaciones de esperanza y compromiso.

La situación hace rato es grave, y el deterioro institucional, la corrupción, y la polarización exacerbada con manifestaciones de discriminación y racismo, ha incrementado la desconfianza, extendiéndose el recelo más allá de los grupos políticos y de los poderes del Estado.

En ese contexto, el inicio de un proceso de recolección de firmas para la presentación de los proyectos de ley y reforma constitucional, por parte de la Coalición Ciudadana, será complicado y no podrá concretarse en el corto plazo. En ese contexto, habrá que perseverar en el esfuerzo, con un sentido de urgencia y ampliando la convocatoria.

Habrá que persistir en el llamado para que la justa indignación ciudadana frente a los claros indicios de corrupción y degradación en el Poder Ejecutivo y en el Congreso de la República se transforme en participación y compromiso para recuperar la política, y para redimir nuestro país.  Que se vayan todos, sí, y que se aprueben e implementen mínimamente las 7 reformas que propone la Coalición https://coalicionciudadana.pe

Para que no se repita lo mismo, para no tener que enfrentar en el futuro algo peor.

     
 

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