¡Virgilio López Calderón!¡Presente!

Andrés Cloud

Yo no fui camino,
ni relámpago,
ni senda, ni pétalo.
Fui solo un pobre mortal.
V. L. C.

Los hombres pasan, pero las obras e ideas quedan. La biografía de una persona egregia no se contabiliza a partir de la fecha de su nacimiento, sino de su muerte. De. Virgilio López Calderón. Testimonios. Homenaje. Poesías inéditas. Mulizas y huainos. (Editorial Amaranto, Huánuco, Perú, Mayo 2020. 202 Págs.), es un libro de la autoría del  presbítero Juan López Díaz, párroco del distrito de Tomayquichua. Estructurado en tres secciones, en la parte inicial del volumen, se acopia un total de dieciséis testimonios  de un grupo de escritores, médicos, profesores, periodistas, músicos y amigos que a través de su palabra, nos van informando de las múltiples  facetas del autor de Mis crónicas del ayer. La sección va presidida por la dolida voz de sus hijos  Paola y Juan Francisco López Weydert. Escribe la primera: “Y cada vez que veo una estrella en el firmamento, sé que estás a mi lado. Te extraño mucho, papá”. Los testimonios restantes son de Mario Malpartida Besada, Andrés Jara Maylle, María Mendoza Flor, Alejandro Flórez Velásquez, José Córdova Zárate, Wílmer Ramos Giles, Samuel Cárdich, Marco Antonio Flores Calderón, Antonio Alberto Ballarte Baylón, Esteban Soriano, Miguel Rivera, Gumersindo Atencia. Cierra esta sección el testimonio del médico Wálter Alcides Quicaño Wong: “Médico dedicado a su profesión con verdadera vocación (…) Fue alcalde del distrito de Huariaca, profesor del Colegio San Juan Bautista, y más antes, docente de la Escuela Normal de Huariaca,  Era erudito, sabio, con la paciencia que lo caracterizaba”

La sección Homenaje de López a López (de Juan a Virgilio) es la parte medular y más extensa del libro. Consta a su vez de los capítulos “Reflexiones recordando a Virgilio López Calderón”, “Hechos memorables”, “De Huánuco para el mundo” y “Conclusiones”. En resumidas cuentas, se trata de una sumatoria de reflexiones, recuerdos, testimonios y anécdotas referidas al homenajeado en sus diferentes facetas de padre y esposo, escritor, hombre de fe, profesor, maestro y médico, pero sobre todo como entrañable amigo personal vinculado desde siempre con el bucólico vallecito de Tomayquichua. O como dice el autor en la Introducción: “Con el permiso y el respeto que se merecen los hijos de nuestro ilustre personaje, les presento esta obra  como un homenaje póstumo a mi amigo y hermano Virgilio, al conmemorarse un año de su sensible fallecimiento”. Propuesta que lo amplía y ratifica en la Conclusión: “Esta es una historia para recordar, (pues) aún hay mucho más por recopilar y publicar para recordarlo y agradecerle.  Es muy probable que se publique en una segunda edición o en otro libro nuevo a editarse”.

La parte final del libro se titula “Poesías inéditas. Mulizas y huainos”. En ella se incluye un ramillete de catorce textos líricos (clásicos y versolibristas) integrados bajo el título genérico de Y todavía puede hablarse de amor, acopiados por el autor de la presente nota. También  la letra de una docena de canciones (mulizas, huainos, cachuas) referidas a Tomayquichua, compiladas por el autor del libro. Se incluye igualmente un Anexo profuso en fotografías a full color.

Y tratándose de anécdotas y testimonios, cabe recordar que con Virgilio López Calderón publicamos en coautoria nuestro primer libro titulado Crónicas del ayer (1987), pequeño volumen en el que se editan por primera vez las crónicas “La Cruz Blanca”, “La caña de azúcar” (antes “La Shacta”), “Ishaco Molero”, “Rupico” y “La Alameda”. En años posteriores VLC publicaría una seguidilla de volúmenes tales como “Gaucho Besada y otras crónicas del ayer” (1988), “Miguel Guerra y más crónicas del ayer” (1992”, la novela corta “La fiesta de Bermúdez” (1993), “Nuevas crónicas del ayer” (2000), “Conchamarca” (2005), “Huallayco vida y otras crónicas del ayer” (2006), “La Runtuca y otras historias de amor” (2007), etc. Así hasta arribar a “Mis crónicas del ayer” (2013), frondoso volumen (un primer esbozo de obras completas) integrado por 54 textos narrativos de diferente índole (cuentos, tradiciones, crónicas) dispuestos en orden alfabético, y que van desde el sabroso, pícaro y picante relato  “A la gandola” (desvirtuación fonética del verbo ‘halagándola’, referida a una violación) y concluye con “Una docena de huevos”, tierna y sentida historia que exalta los valores de la amistad y la gratitud.

Y a propósito de obras completas o algo cercano, es preciso señalar que todo el trabajo creativo de VLC ha sido editado y reeditado, en exclusivo, por la otrora Empresa Periodística Perú, ahora Amarilis Indiana Editores de Hevert Laos Vísag, dándose una suerte de simbiosis cultural entre el autor y el editor a partir de 1987. Esta circunstancia nos hace suponer que de no ser por el empeño y la perseverancia del editor, quizá no se habría consolidado y difundido la obra narrativa del cronista y tradicionista huanuqueño más talentoso y representativo de todos los tiempos.

Huánuco, octubre 27 del 2020.

     
 

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