Ex casa hacienda de Andabamba

Com. Social Pilar Trujillo Martel

Patrimonio Cultural de la Nación en la Tipología de Monumento Histórico. Resolución Directoral Nacional n.° 246-1997/INC

AL COMPÁS DE SU HISTORIA

Su existir está relacionado a la época virreynal, cuando los españoles —conquistadores, hidalgos, encomenderos y vecinos de la ciudad— adquirían como fuerza laboral generalmente a los negros criollos. Para el caso del Valle del Huallaga estaban destinados a realizar labores esencialmente agrícolas en: el cultivo de la caña de azúcar y en la elaboración de sus principales derivados como el aguardiente, el azúcar o la chancaca. No estaban exentos del trabajo doméstico, de seguridad, de la recolección de cascarilla y, del cultivo de la coca en la amazonía huanuqueña.

La infraestructura —ubicada en el centro poblado Andabamba, distrito de Pillko Marca, provincia de Huánuco, departamento de Huánuco— adquiere su condición conventual, hacia el año 1700, cuando es habitada por los jesuitas, presencia que culminaría en 1778 al ser expulsados de América. Pasaría entonces a ser propiedad del Rey de España. La ocuparían luego los agustinos, no es posible citar la fecha de su ingreso pero sí del final de su posesión; el año 1812, cuando la orden fuera retirada por su participación en la Revolución indígena de aquél entonces. El carácter religioso de la residencia concluiría con la orden franciscana el 25 de febrero de 1828, fecha en la que Simón Bolívar creó en Huánuco el Colegio La Virtud Peruana, adjudicándosele para tal fin, el convento de San Francisco así como la asignación de sus bienes y de los demás conventos para su sostenimiento.

Ahora, la casa hacienda Andabamba, tiene el mismo propietario con diferente denominación: Colegio de Minería -dirigido por el sabio huanuqueño Mariano Dámaso Beraún- y, es el arrendador, según un documento acunado en el Archivo Regional Huánuco (ARH) de fecha 10 de agosto de 1848, del

 

hacendado don Antonio San Miguel, arrendatario del bien por espacio de 150 años con la obligación de sufragar 130 pesos anuales. Este ingreso habría permitido habilitar el distinguido centro de enseñanza.

Hacia el año 1904 la casa hacienda Andabamba era propiedad del Dr. Nicolás Augusto Durand Fernández Maldonado, fundador del Partido Liberal, como bien de la testamentaria de su finado padre Don Gregorio Durand Crespo y Castillo. La propiedad estaba destinada a la industrialización de la hoja de coca, cultivada en la hacienda Éxito, que con el correr del tiempo se convertiría en una fábrica modelo de producción de cocaína de uso médico.

La ley de Reforma Agraria N° 17716 -planteada por el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada en junio de 1969 siendo presidente del Perú el general Juan Velasco Alvarado- convertiría la casa Hacienda Andabamba en parte de los bienes de la Cooperativa Agraria de Producción Huallaga Vichaycoto (1972). En este contexto de asociatividad los propietarios de la ex casa hacienda de Andabamba en la primera década del presente siglo trasladan el bien mediante escritura pública al señor Joel Rodríguez Falcón.

HEREDAD ARQUITECTÓNICA

La casa hacienda Andabamba tiene lugar en una loma no muy pronunciada a la que se accede por un pequeño desvío de la Carretera Central a 8 km de distancia hacia el sur de la ciudad de Huánuco. El interior está definido por un patio mayor con una pileta labrada en piedra ubicada en la parte central que armoniza con altos y frondosos árboles. También destaca allí la presencia de una chimenea.

 

Hacia la mano izquierda del patio está el campanario que sí registra fecha precisa de su existir, 1856. Incólume al paso del tiempo, la torre, aún sostiene tres campanarios y en la cúspide una cruz. Debajo de esta estructura, en una habitación de regular dimensión funcionaba el trapiche hidráulico, es decir, la fábrica de aguardiente de caña de azúcar. Albergaba igualmente a la turbina hidroeléctrica Pelton, que dotaba de energía al complejo arquitectónico durante la permanencia de los dueños de la casa hacienda. El trapiche y la hidroeléctrica eran alimentados por un canal empedrado que provenía de la huerta.

En la parte frontal del patio central, existen rezagos de una fachada simple con desvencijadas paredes, que hace algún tiempo, daban cuenta de habitaciones con balcones. Destaca un arco central, acceso al gran huerto de frutales y hortalizas -ubicado en la parte posterior de la edificación descrita- cuya producción abastecía durante el periodo de permanencia de la orden franciscana inclusive al convento de Huánuco.

Nuestro imaginario caminar nos sitúa ahora al frente del campanario, es la zona residencial propiamente, conformada por un traspatio o gran corredor que presenta un conjunto de 10 arcos de medio punto, sostenidas por columnas octogonales de basamento muy consistente.  Luego de este espacio se accede al corredor. El salón principal tiene los rezagos de brillantez del periodo de su apogeo: una araña de hierro forjado, una chimenea empedrada y puertas de acceso a otras habitaciones de madera cedro.

Estamos nuevamente en el gran corredor frente a la grande y pesada puerta de la capilla. Al abrirla tenemos ante nosotros el retablo de un solo cuerpo en el que destacan las imágenes de la Virgen La Inmaculada, La Virgen de La Merced, San José, la Virgen Dolorosa y el Señor del Huerto. Se aprecia todavía la lápida de don Antonio San Miguel, uno de los inquilinos la casa hacienda, enterrado allí.

Existe un patio menor (al costado de la edificación central) luce una pequeña pileta, en el que confluyen habitaciones, algunas de las cuales muestran azulejos.  En la parte inferior existen huellas de lo que fuera una gran piscina.

La restauración autorizada de la casa hacienda de Andabamba, por el entonces Instituto Nacional de Cultura hoy Ministerio de Cultura, tuvo lugar en el año 2013. Ángel Alfaro fue el responsable de esta labor en 3 espacios concretos: la chimenea, el campanario y la techumbre del gran salón principal.

HITOS HISTÓRICOS

En la casa hacienda Andabamba, entre la construcción frontal y la capilla, en el segundo nivel de la terraza, existe un componente artístico qué refrenda la aseveración del origen colonial de la casa hacienda Andabamba: una pintura que destaca la figura de un hombre moreno, su vestimenta denota que no es un esclavo, porque no exhibe el tórax desnudo o la marca en el hombro. Es producto del mestizaje, de clase social elevada. El curador Ángel Alfaro lo calificaba como un caporal o lo que ahora podríamos decir un administrador de tierras o algo así. Esta presencia tiene especial significación en el ámbito antropológico, pues refrenda la teoría de que en este lugar se habría originado la festividad del Niño Jesús, junto a su máxima expresión de fe: la danza de Los Negritos, manifestación religiosa y cultural que en nuestros días va, desde el 24 de diciembre hasta el 24 de enero de cada año, en la ciudad de Huánuco y alrededores.

Durante la Revolución de 1812, en esta casa hacienda, se consuma el acto de traición que reformuló la conformación de su cuerpo conductor; la ejecución de José Contreras líder mestizo del pueblo de Acomayo, por orden del criollo Domingo Berrospi en aquel momento general en jefe de la revolución. Además, durante este momento histórico se sostiene que albergó entre febrero y marzo de 1812 a Juan José Crespo y Castillo y su contingente de revolucionarios en su campaña libertaria hacia Ambo.

Ya a inicios de la República en julio de 1824 estuvo en Andabamba don José Antonio de Sucre y su Estado Mayor. Se afirma igualmente que fue el alojamiento del general Simón Bolívar circunstancia que propició la dación del Decreto del 9 de julio de 1824.

En el complejo arquitectónico Andabamba pernoctaría el presidente Manuel Prado Ugarteche en su visita a la ciudad de Huánuco. Fue propiedad y de permanencias temporales del Dr. Augusto Durand Fernández Maldonado y, lugar de esparcimiento de personajes de la alta sociedad limeña. Era este lugar, sinónimo de fastuosidad.

En las últimas décadas la historia de la casa hacienda Andabamba deja de marcar hitos históricos y solo da lugar a hechos que la defenestran. Como su venta (más de 11 mil m2), sin previo aviso a los pobladores del lugar, consumada entre Joaquín Doroteo Gonzales (exalcalde del centro poblado de Andabamba) y el empresario Joel Rodríguez Falcón.

La condición de Patrimonio Cultural de la Nación en la tipología de Monumento Histórico que adquirió la ex casa hacienda de Andabamba el 17 de julio de 1997, a través de la Resolución Directoral Nacional N° 246/INC, nos traslada al existir del Huánuco señorial, hoy maltratado y desvencijado, por una ciudadanía que no la valora porque no conoce su valía histórica cultural, arquitectónica y artística (por desinformación) o por el origen de los habitantes del centro poblado de Andabamba, migrante en su mayoría (por desinterés).

     
 

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