Accidentes y respuesta

Una seguidilla de accidentes de tránsito, con pérdidas de vidas humanas, se registrado en el departamento.  Si bien las causas pueden ser distintas, lo común es que hay un factor común: la inobservancia del Reglamento Nacional del Tránsito.

Las vidas perdidas en esos y otros accidentes protagonizados por vehículos no deberían ser mera estadística fría. Tampoco deberían ser solo escenas para alimentar el morbo. ¡No! Los trágicos accidentes que han ocurrido deberían tener una respuesta desde la Dirección Regional de Transportes, desde las oficinas de Transporte de las municipalidades y desde la División de Tránsito de la Policía. Acciones conjuntas entre esas instituciones podrían tener mejores resultados.

No se trata de que policías e inspectores municipales y de la Dirección de Transportes salgan a las calles y carreteras a repartir papeletas a diestra y siniestra. ¡No!

Se trata de emprender una campaña de sensibilización, orientación y recordación a transportistas y ciudadanos sobre las reglas que regulan el tránsito de vehículos de transporte público de pasajeros y de carga y también de vehículos particulares.

Puede ser a través de charlas coordinadas con las empresas de transportes para sus conductores, charlas abiertas y también una campaña de publicidad con mensajes que recuerden a la ciudadanía por qué debemos respetar las normas de tránsito. Que las carreteras no se sigan tiñendo de sangre.

     
 

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