Agudizando la crisis
A pesar que el Tercer Juzgado Constitucional Transitorio de la Corte Superior de Justicia de Lima ordenó al Congreso de la República la suspensión provisional de la elección de magistrados del Tribunal Constitucional programada para hoy y mañana, los congresistas sesionarán para llevar dicho acto que ha sido cuestionado por su forma y la falta de transparencia para calificar a los postulantes.
Precisamente al conceder la medida cautelar la jueza Soledad Blácido advierte que el Congreso ha incumplido «el principio de publicidad, imparcialidad y meritocracia al momento de la respectiva asignación de los puntajes» a los postulantes a magistrados del TC, que exige el Reglamento para la selección de candidata o candidatos aptos para la elección de magistrados del TC.
En una patética demostración de alarde de poder y bravuconería, la junta de portavoces acordó desconocer la orden judicial y seguir con la elección.
Los cuestionamientos a este proceso de elección datan de tiempo atrás por parte de juristas, que también han acudido al Poder Judicial para pedir su nulidad. Porque así funciona en el Estado de derecho, que ahora la mayoría de congresistas está pisoteando.
Este proceso está contaminado y la bravuconada parlamentaria solo incrementará la crispación política, agudizará la crisis económica y aumentará la sensación de inseguridad jurídica que hay en el país.