La capilla de Huayopampa
No es la lluvia, no es el paso del tiempo, es la indiferencia la que está destruyendo la capilla de Huayopampa. Aquella infraestructura que debería ser parte de un circuito turístico de la ciudad de Huánuco se desploma a pedazos a menos de 3 kilómetros de la sede del Gobierno Regional y a otros tantos de la Municipalidad Provincial de Huánuco, del Obispado de Huánuco y de la Dirección Desconcentrada de Cultura.
Semanas atrás colapsó el techo. De la precaria condición en la que estaba, sabían todos. Desde hace tiempo que se reporta su situación ruinosa; pero, ninguna autoridad ha querido asumir la tarea de refaccionar el templo —que según la resolución viceministerial del 2012 que lo declara patrimonio cultural de la nación— data «del periodo republicano» y tiene «características morfológicas influenciadas por la arquitectura colonial».
Un grupo de vecinos ha emprendido la tarea de recaudar fondos para refaccionar el techo colapsado de dicho patrimonio cultural. Se trata de un loable esfuerzo; pero, se necesita que desde la autoridad se destinen recursos para los mantenimientos periódicos de esa infraestructura.
Si el Obispado de Huánuco no está en las posibilidades de mantener en buen estado la capilla de Huayopampa, debería ceder su propiedad a un patronato con la Dirección Desconcentrada de Cultura como integrante o presidida para que facilite la intervención. Que la indiferencia no siga destruyendo la capilla de Huayopampa.