La misión

La salida de Guido Bellido de la Presidencia del Consejo de Ministros representa un balón de oxígeno para el gobierno de Pedro Castillo que se asfixiaba en las bravuconadas y limitaciones de su premier.

Con un nuevo gabinete, le toca al presidente de la República reconstruir su relación con el Congreso, tender puentes con los diferentes sectores de la política, economía y sociedad y delinear la ruta que nos permita salir de la crisis económica que golpea al mundo y que nos está zarandeando.

«Es momento de poner al Perú por encima de toda ideología y posiciones partidarias aisladas», ha dicho ayer el presidente Pedro Castillo en su mensaje a la Nación anunciando la renuncia de Bellido.

Y en efecto, Pedro Castillo ganó las elecciones para gobernar el país, procurar la solución de sus problemas y no para someterse a los dictados de dirigentes de su partido, que por lo demás solo han sabido perturbar su administración.

La mejor forma que tiene Castillo de trabajar por su partido o por Perú Libre es haciendo un buen gobierno, propulsando con inteligencia, serenidad y consenso las grandes reformas que necesita el país para que la igualdad y equidad sea entre todos los peruanos.

El nuevo gabinete liderado por Mirtha Vásquez, que ha sabido conducir el Congreso recientemente, tiene la misión ahora de devolver la tranquilidad política al país para superar la crisis económica.