¿Más presión?
El miércoles último el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, se declaraba «satisfecho» de que el Congreso de la República haya aprobado en primera votación la propuesta del Ejecutivo de adelantar las elecciones generales para abril del próximo año; y afirmaba que «urge» el adelanto de las elecciones para dicha fecha.
Pero resulta que las protestas que se registran en el país son para que el Ejecutivo y el Congreso terminen sus mandatos este año. La «urgencia» es que este año se realicen las elecciones para aplacar las protestas que, peligrosamente, están yendo en aumento.
Y en sintonía con lo que se reclama en las calles y carreteras bloqueadas, la junta directiva de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales ha planteado —con información proporcionada por el JNE— ha propuesto al Congreso el adelanto de las elecciones generales para este año y el cambio de autoridades también.
Y un grupo de parlamentarios de izquierda ha propuesto otro proyecto de ley para adelantar las elecciones para octubre y recorta al 31 de diciembre el mandato de la presidenta de la república y al 29 de diciembre de los congresistas. Y ayer, tras un comunicado de Fuerza Popular su congresista y presidente de la Comisión de Constitución propuso adelantar las elecciones para diciembre de este año.
Así parece haber consenso de que las elecciones sean este año, el problema está en la fecha en que deben irse. ¿Podrá el Congreso ponerse de acuerdo o necesitará más presión externa?