Voluntad
Conforme avanza el calendario escolar se incrementan las informaciones sobre la precaria situación de los locales de las instituciones educativas que ponen en riesgo la integridad de escolares, profesores e incluso de los padres de familia que acuden a dejar o recoger a sus hijos. Y es que el derrumbe de una pared en mal estado, por ejemplo, no tiene hora ni fecha programada y podría ocurrir en la hora que están todos.
Si bien los colegios pertenecen al sector Educación, los alcaldes no pueden sustraerse de esta problemática, porque entre sus obligaciones está la promoción de la educación y —sobre todo— cuidar a sus vecinos de todas las edades.
Pero aún más, son las municipalidades las que tienen la información de qué locales educativos están en riesgo de caer, porque son ellas las que los declaran en emergencia, inhabitables…
Ahora bien, es cierto que el presupuesto municipal no alcanza para construir colegios. Ese dinero lo gestionan ante el Ministerio de Educación y/o Ministerio de Economía y Finanzas; pero sí puede alcanzar para aliviar algunos problemas de los locales educativos y mejorar las condiciones en las que docentes y alumnos dictan y reciben clases.
Las alianzas de las municipalidades con la Apafa, Dirección Regional de Educación y hasta con construcción civil pueden hacerlo posible. Pero es necesario un poco de voluntad.