Administradora de vídeo pub Kaprichos a prisión por trata de personas

Jueza dictó prisión preventiva contra Gilda Ruíz

Gilda Guisella Ruiz Ordoñez, la mujer que administraba el vídeo pub Kaprichos, ubicada en la cuadra 8 del malecón Daniel Alomía Robles, será internada en el penal para cumplir prisión preventiva y desde allí enfrentar la investigación por el delito contra la dignidad humana en la modalidad de trata de personas agravada.

La investigación contra Gilda se inició el 7 de junio último tras la intervención al vídeo pub. Policías y fiscales de trata de personas llegaron en horas de la madrugada y al ingresar encontraron a 12 mujeres, de entre 18 y 40 años de edad, quienes trabajaban como damas de compañía y algunas, además, ejercían la prostitución, según algunas versiones y evidencias halladas en el local.

En audiencia llevada a cabo el fin de semana, la fiscal provincial Luisa Quispe Asmat sustentó ante la jueza Anabely Meza cómo es que Gilda Guisela habría cometido el delito de trata de personas en el local Kaprichos que sería de propiedad de la también investigada Yessica Lorenzo Obregón.

La fiscal detalló a la jueza los elementos de convicción que acreditarían el delito de trata de personas y que vinculan a Gilda Ruíz con este, pues —según las agraviadas— era ella quien atendía en la barra y ejercía control sobre ellas.

La investigada habría aprovechado de la necesidad de las mujeres que llegaban a trabajar para «crear una relación de dependencia y abuso de poder» logrando que ejerzan como damas de compañía, pero también presten servicios sexuales «con la finalidad de provocar mayor venta de sus productos como cerveza y otras bebidas alcohólicas», según la tesis fiscal.

INVESTIGACIÓN

En la investigación preliminar, las propias  trabajadoras manifestaron a las autoridades que su labor iniciaba a las 7:00 de la noche aproximadamente y terminaba a las 6 de la mañana a más si había clientes quienes —previo pago por las bebidas— podían tocarlas en ambientes privados que tiene el local. Y en caso de que el cliente lo solicitaba podían brindar servicio sexual a cambio de 300 soles y la salida no debía superar los 40 minutos.

Detallaron que apenas ingresaban, cada una debía entregar su celular a la investigada quien además las registraba con un seudónimo.

Dijeron que ganaban el 50 % de la venta de licor y que recibían un ticket para el control, pero que eran multadas con montos altos (100 a 150 soles) si no iban a trabajar y no cobraban si perdían el ticket, relató una de las agraviadas. Otra trabajadora declaró que las multas eran elevadas pues llegaban hasta los 200 soles y que les exigían estar despiertas y sentadas hasta que llegue un cliente.

Pero las multas que Gilda les imponía sería también por «negarse a acompañar al cliente», «dejar al cliente para irse a la mesa de otra trabajadora», «por enfrentarla con el cliente», «por dar mal trato al cliente», entre otros que quedaron registrados en un cuaderno, hechos que son consideradas por la Fiscalía como abuso de poder.

Incluso las mujeres señalaron que les crean multas para no pagarles completo y que les vendían la comida.

Varias de ellas dijeron no ser de Huánuco por lo que se hospedaban en un hotel que está ubicado al costado del vídeo pub. 

INCAUTACIÓN

Durante la intervención al vídeo pub, las autoridades incautaron 1775 soles que se encontraban en dos cajas, además de 11 celulares  que —según las víctimas— les pertenecía y estaban retenidas mientras trabajaban.

Gilda aún permanece en la sede de la Policía Judicial y hoy sería llevada al penal.

     
 

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