Dictan cadena perpetua contra dos violadores de menores

En ambos casos, las víctimas resultaron embarazadas

Un padrastro y un tío político fueron condenados a morir en la cárcel por abusar sexualmente de menores de 10 y 12 años de edad. Ambos casos ocurrieron en la provincia de Leoncio Prado.

El primero en ser sentenciado es el agricultor Pedro Andrés Aquino Lobo (50) a quien las autoridades judiciales le encontraron responsabilidad en el ultraje a la hija de su pareja.

Durante la investigación, la víctima narró a las autoridades que fue abusada desde que tenía 12 años hasta los 14. Todo ocurrió en el pueblo joven 9 de Octubre, en Tingo María.

Dijo que su padrastro abusaba de ella aprovechando que se quedaba sola en casa, pues su madre salía a trabajar en horas de la madrugada.

Contó que el agresor la amenazaba con matarla a ella y a su madre, por lo que se vio obligada a callar.

Dos años después, en diciembre del 2018, la menor descubrió que estaba embarazada, hecho que comunicó a su agresor quien de inmediato le dijo que hablaría con una enfermera.

Días después la llevó al tópico «Lupita» donde la técnica en enfermería María Guadalupe Salas Meza la sedó y aplicó una ampolla. Según la víctima, al despertar estaba mareada y presentaba sangrado.

Días después, la menor empezó a sentir dolores abdominales que se intensificaron semanas después, por lo que su madre -que no sabía lo que ocurría- decidió llevarla a un establecimiento de salud. Estaban por subir a un vehículo cuando expulsó un feto sin vida. Fue cuando se enteró de lo ocurrido y denunció el abuso.

Fue entonces que se iniciaron las investigaciones no solo contra el padrastro, sino también contra la técnica en enfermería. En plena pandemia, los jueces Nelly Fernández, Marcos Barja y Gunner Garay desarrollaron el juicio oral que culminó el 30 de julio con la condena de Pedro Aquino y María Guadalupe Salas, quien negó la acusación.

El acusado negó haber abusado de la menor cuando tenía 12 años, pero sostuvo que mantuvieron relaciones consentidas.

A él le impusieron la máxima pena y a ella tres años de pena privativa de la libertad suspendida, sujeta a reglas de conducta -entre otros- el pago de 10 mil soles de reparación civil por el delito de aborto no consentido.

En el segundo caso, la víctima es una menor a la que el esposo de su tía violó desde los 10 años de edad.

La víctima denunció que Héctor Luis Jara Martel la ultrajó hasta que cumplió 13 años de edad. Él aprovechaba que iba a su casa a cuidar a su hija y apoyar a su tía en los quehaceres de la casa. Los hechos ocurrieron en el caserío de Santa Rosa de Shapajilla, distrito de Luyando.

El sujeto la tomaba por la fuerza y para evitar que lo denunciara le ofrecía comprar su ropa y zapatos , incluso la llevaba a pasear sin que sus familiares se dieran cuenta de lo que pasaba.

Pasaron varios años cuando la niña se dio cuenta que estaba embarazada y al ser llevada por sus padres al médico ya tenía 5 meses de gestación.

Durante el juicio, el abogado del ahora sentenciado dijo que fue una relación consentida, pero él no aceptó los cargos.

En audiencia virtual del 12 de octubre del presente año, el Juzgado Colegiado de Leoncio Prado le impuso cadena perpetua y dispuso el pago de 10 mil soles de reparación civil.

     
 

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