Joven madre muere y su bebe desaparece al caer trimóvil al Huallaga

Una joven madre muerta y su bebé de un mes desaparecida dejó un accidente en la carretera a Conchumayo. Al parecer, el conductor del trimóvil en el que se trasladaban –quien era la pareja de la fallecida- se quedó dormido en el camino y el vehículo se despistó y cayó al río Huallaga; aunque para la familia de ella se trataría de un feminicidio

Adaluz Justiniano Gerónimo y su pareja Julinho Isla Cosme regresaban a Huánuco desde Pichuy  (Santa María del Valle) en su trimóvil. El día anterior ambos estuvieron en una fiesta en ese centro poblado y pasaron ahí la noche. En la madrugada partieron de vuelta a casa.

Al promediar las 4 de la mañana del lunes ocurrió el accidente. El trimóvil de placa W4-6721 cayó por una pendiente a la altura del totoral. Recién cerca de la 1 de la tarde el vehículo fue sacado de las aguas.

Pero el cadáver de Adaluz, de veinte años, apareció al promediar las 4 de la tarde varios metros aguas  abajo del accidente y su pequeña de un mes, Rosselyn Yaleli, aún sigue desaparecida en el río.

Sin embargo, Julinho, de veintiún años, resultó ileso. Según contaron los familiares de la fallecida, él habría dicho que saltó justo al momento de la volcadura y se colgó en la pendiente. Luego fue detenido y trasladado a la Upiat (Unidad de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito).

Trascendió que en el dosaje etílico se comprobó que no estaba ebrio, y el accidente se habría producido porque se quedó dormido mientras conducía.

Para Patricia Gerónimo, madre de la fallecida, esta versión es poco creíble y sospecha que puede tratarse de un feminicidio.

«Capaz estaban viniendo discutiendo y luego él la aventó al río, y ya por gusto dejó caer el Bajaj también», presume.

La madre sustenta esto porque —según dice— la pareja discutía constantemente y él, afirma Patricia, la golpeaba. «Ella siempre aparecía con moretones y con cortes en su brazo. No vivían felices», asegura

EN LA PUERTA DE LA MORGUE

El levantamiento del cadáver, afirman los familiares, fue más que irregular. Solo para empezar, el fiscal no estuvo presente en el lugar del accidente y solo «dio la orden a los policías» de levantar el cadáver.

Luego, cerca de las 6 de la tarde el cuerpo llegó a la morgue; pero no le permitieron ingresar «porque no han dado autorización para que ingrese», según dijo el primo de la fallecida, que también estaba en la morgue.

El cuerpo de Adaluz estuvo casi dos horas en la vereda de la puerta de la morgue. Casi a las 8 de la noche un fiscal permitió su ingreso, pero solo para darle el certificado de defunción, pese a que la familia exigía que se haga una necropsia para determinar si no fue un accidente.

Ante la insistencia de la familia el fiscal aceptó hacer la necropsia a la difunta y el cadáver ingresó a la morgue.

     
 

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