Lo condenan por marihuana dejada en combi

Juzgado Colegiado le impuso 10 años y 4 meses de cárcel

Fernando Sifuentes Romero fue investigado, procesado y condenado por el delito de tráfico ilícito de drogas en la modalidad de promoción y favorecimiento al consumo ilegal de sustancias psicotrópicas mediante actos de tráfico. El Juzgado Colegiado Supraprovincial de Huánuco le impuso 10 años y 4 meses de pena privativa de la libertad.

El caso se remonta al 4 de julio del año 2017. Durante un operativo en la carretera Central, altura del sector El Mirador, policías de Carreteras hallaron poco más de seis kilos de marihuana en un costal que contenía yucas y que se encontraba en la canastilla de una minivan que se dirigía de Tingo María a Huánuco.

Mientras los efectivos revisaban los equipajes, un grupo de pasajeros bajó del carro para miccionar pero dos de ellos no retornaron pues habrían decidido huir al escuchar que uno de los efectivos preguntó al ayudante quien era el dueño del costal de yucas. Eran poco más de las 11 de la noche.

El ayudante dijo en ese entonces que los dueños fueron dos sujetos, los que subieron cerca del control de Cayumba.

HALLAZGO Y DEFENSA

Al indagar sobre los dueños del costal tanto el ayudante como una pasajera mencionaron que dos pasajeros que bajaron no volvieron pero en sus asientos encontraron una mochila y un maletín, los mismos que fueron incautados para la investigación.

Durante las diligencias, el fiscal antidrogas y el personal policial abrieron la maleta para ver el contenido y es cuando hallaron además de prendas de vestir un fólder manila conteniendo diversos documentos, como certificados de estudios y de trabajo a  nombre de Fernando Sifuentes, así como de sus hijos y la madre de ellos.

Y al abrir la mochila hallaron prendas de vestir y un curriculum vitae a nombre de Maxi Bardales Aquino.

Durante la investigación preparatoria, Sifuentes Romero negó haber viajado aquel día en dicho vehículo y sostuvo que el 1 de julio (tres días antes de la intervención) perdió su mochila conteniendo su curriculum en la localidad de Boquerón a donde había ido para presentarse a un puesto de trabajo.

Dijo que durante todo ese mes trabajó como mototaxista en Tingo María, pero no recordaba quién le alquilaba el vehículo, ni la placa del mismo, y adujo que alquilaba a diferentes personas.

Pero incurrió en varias contradicciones cuando respondió a las mismas preguntas que le formularon a la madre de sus hijos, respecto a los viajes que hacía y los documentos que portaba de ella y sus hijos.

Otro hecho que los jueces tomaron en cuenta para dictar prisión es que las características físicas de Sifuentes coincidía con lo manifestado por el ayudante que fue quien recibió el costal de yuca.

     
 

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