Tres reclusos condenados a 35 años por robar y violar a otro reo en celda

La Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Huánuco confirmó la sentencia condenatoria contra los reclusos José Iván Martel Flores, Luis Alain Segundo Ríos Gonzales y Jordi Sandro Usuriaga Pulgar como coautores de los delitos de robo agravado y violación sexual y cómplice secundario del delito de violación sexual en el caso del último de los nombrados. La víctima es un preso de 47 años de edad.

Ambos hechos, según denunció el agraviado ocurrieron el 3 y 4 de setiembre del año 2018 en la celda de castigo (bote), donde se encontraban recluidos tanto el agraviado como sus agresores, todos internos del Establecimiento Penitenciario de Sentenciados de Huánuco.

Todo se habría iniciado cuando los ahora sentenciados le habrían pedido al agraviado dinero para comprar drogas, pero él se negó a darles.

Poco después, relató la víctima, se dirigió a los servicios higiénicos y cuando volvía fue atacado por José Iván quien lo agarró del cuello y lo llevó hacia una de las camas donde Luis Ríos «Luisito» y Jordi Usuriaga «Culebra» le bajaron el pantalón y rebuscaron entre sus pertenencias hasta que le encontraron su monedero donde tenía 100 soles, dinero que sus agresores se apoderaron.

El agraviado relató que asustado por lo sucedido volvió a su cama y es cuando los escuchó decir: «Si no nos da todo, lo matamos» por lo que permaneció despierto temiendo lo peor.

Horas después, relató, los sentenciados subieron a su cama y rebuscaron su colchón y le ordenaron desnudarse pero él se negó  y les decía que no tenía dinero, pero ellos continuaban buscando y cuando les dijo que avisaría al técnico, ellos respondieron que él era solo y ellos varios.

Fue entonces, según su relato, que José Iván le bajó el pantalón simulando estar buscando dinero circunstancias que Luis Ríos le introdujo el dedo en su ano porque supuestamente ahí lo había escondido; para luego Iván hacer lo propio, mientras que Jordi lo tenía agarrado.

El agraviado narró también que sus agresores lo forzaron a beber una droga que le adormeció los labios y lo dejó inconsciente. Dijo que al despertar estaba desnudo y su ropa estaba en el baño, que no supo qué hacer solo sentarse a llorar .

Al amanecer informó de lo ocurrido al agente penitenciario de turno quien a su vez comunicó a sus superiores y ellos a la Policía y el Ministerio Público.

El médico legista confirmó la agresión sexual  y el psicólogo concluyó que el agraviado presenta indicadores de afectación psicológica.

AUTODEFENSA

Ante los jueces de la Sala de Apelaciones, José Martel dijo que su único error fue pedirle al agraviado que le regale 5 soles porque quería seguir consumiendo marihuana pero que le respondió que no tenía.

Mientras que Jordi Usuriaga manifestó que estuvo más de 8 días en la celda de castigo y que no pasó nada, que luego de fumar se puso a dormir. Que escuchó a Iván pedir monedas al agraviado pero que no le sustrajo dinero ni tuvo relaciones con él.

A su vez, Luis Ríos sostuvo que tenía una relación amical con el agraviado pero que tuvieron problemas en un partido de fulbito y que el agraviado lo amenazó.

Para los magistrados de la Sala de Apelaciones la sentencia estaba debidamente motivada y había suficiente prueba que acreditaba la participación de los sentenciados en los delitos mencionados,

Los jueces han dispuesto el pago de 6400 soles de reparación civil y han ordena tratamiento terapéutico para los sentenciados.

     
 

Agregue un comentario