Anulan sentencia por violación y liberan a comerciante

Rosalí Ascón enfrentará un nuevo juicio oral

Porque el Juzgado Penal Colegiado no  habría merituado debidamente las conversaciones por WhatsApp, entre un procesado por violación sexual y su presunta víctima, los jueces de la Sala Penal de Apelaciones de Huánuco declararon nula la sentencia condenatoria contra Rosalí Víctor Ascón Paredes y dispusieron su inmediata libertad.

En su Resolución n.º 15, de fecha 14 de setiembre, los jueces Eloy Cupe, Elmer Contreras y Ángel Gómez, declararon fundado el recurso de apelación presentado por la defensa del comerciante que había sido condenado a 20 años de pena privativa de la libertad, en abril del presente año.

En audiencia de apelación, el abogado de Rosalí cuestionó que los jueces de primera instancia no valoraran los medios de prueba de descargo que presentaron, como declaraciones de algunos testigos y pericias.

Mientras que para el fiscal superior que intervino en la audiencia de apelación, la sentencia del Juzgado Colegiado se encontraba debidamente motivada, que sí se analizaron las pericias de parte,  así como las declaraciones de los supuestos testigos.

El fiscal detalló las pruebas como la entrevista única de prueba anticipada en la que la menor relató cómo es que sufrió la agresión física y sexual, pero también el certificado médico legal, entre otras pruebas que corroboran las declaraciones de la víctima. Incluso la pericia psicológica acredita que presenta malestar emocional.

El fiscal manifestó que era falso que el procesado haya entregado su celular y más bien señaló que en las declaraciones que Ascón dio durante la investigación son contradictorias, pues dio dos fechas diferentes como el día en que ocurrieron los hechos, sumado a ello dijo que mantuvieron una relación voluntaria, pero el certificado médico corrobora la versión de la menor.

En las conversaciones de WhatsApp, que serían posterior a los hechos, se deja entrever que entre ambos existía una relación sentimental.

VIOLACIÓN

Según acusó la fiscal que investigó el caso, la menor de 15 años conoció a Ascón Paredes porque una conocida le dijo que su amigo pagaba 1200 soles a sus trabajadores y lo contactó con él que supuestamente vendía productos por delivery.

Tras una semana de comunicación a través del celular, el 25 de noviembre del 2020 el acusado la citó para que comience a trabajar. Aquel día, la llevó por diferentes lugares y según, le dijo, realizaba cobranzas.

Al día siguiente, volvió a llamarla y al encontrarse en Cayhuayna la hizo subir a su carro y la llevó a orillas del río Huallaga, según él, para descansar y cerró las puertas. Enseguida —según la víctima— Rosalí la forzó mientras gritaba, pero dijo que nadie la escuchaba, que trató de evitar el ultraje, pero no pudo contra la fuerza de él y solo se puso a llorar. Dos días después contó a su madre lo ocurrido y ella la llevó a la policía para denunciarlo.

     
 

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