Miseria

La sinvergüencería de este Congreso de la República no tiene límites. No solo se generan gollerías económicas sino también leyes para bloquear la lucha contra la corrupción y evitar así que la justicia los ponga tras las rejas al finalizar sus mandatos o incluso en pleno ejercicio de sus funciones por los evidentes actos de corrupción denunciados y publicados en medios nacionales.

Sin esperanza

Al solicitar al Congreso de la República su voto de confianza, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzen, sostuvo que «otro flagelo que ha saqueado los fondos públicos y lastimado la moral del pueblo peruano es la corrupción, frente a la cual estamos decididos a marcar un punto de quiebre; en ese sentido, anuncio nuestra firme determinación de no permitir ni tolerar ningún acto irregular en el Poder Ejecutivo».

Advertidos

El sistema de justicia está en la mira del Congreso de la República. El último 16 de febrero el congresista acciopopulista Wilson Soto Palacios presentó un proyecto de ley para evaluar el sistema de justicia y elaborar una propuesta de reforma y recientemente el congresista de Renovación Popular, Jorge Montoya, está proponiendo declarar en emergencia el Ministerio Público y cesar de manera inmediata a los fiscales supremos titulares aduciendo que han «perdido la garantía de su permanencia en el servicio por inobservancia de su conducta e idoneidad propias de su función».

Congresista Abel Reyes presenta proyecto de ley para sancionar el transfuguismo

Uno de los principales factores del desprestigio que tiene el Congreso de la República ante la opinión pública es que la mayoría de sus integrantes no siempre cumple con los electores que les confiaron sus votos. Así, se da la situación de que los parlamentarios deciden abandonar el partido por el cual lograron una curul para pasarse a otro. Esto ha llevado que exista una notoria fragmentación de bancadas en los últimos años.