Sabes… ¿Qué es Lifi?
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Magister Gestión Tecnológica
Empresarial – UNI / Docente Universitario
Todos estamos más que acostumbrados a usar la red WiFi. Seguramente, la mayoría de usuarios tengan en su casa un router que emite una señal a la que nuestros smartphones, laptops, tablets, televisiones y consolas se pueden conectar para abrirnos la puerta a ese mundo alternativo que conocemos como «Internet».
A lo largo de la última década hemos visto avances interesantes en este mundo de las redes inalámbricas. Uno de ellos, quizá de los más llamativos, es el LiFi (Light Fidelity), una tecnología con la que la luz puede ser mucho más que luz.
En pocas palabras, LiFi es un sistema de transmisión de datos mediante luz visible o VLC (Visible Light Communication). Los principios de esta tecnología se basan en alterar la frecuencia de la luz visible entre los 400 y los 800 THz. Se usan bombillas LED que parpadean a tal velocidad que es imperceptible para el ojo humano, pero sí para un fotoreceptor que debe conectarse al dispositivo. Es el equivalente a conectar una antena WiFi a una computadora, solo que en vez de interpretar la señal WiFi interpreta una bombilla encendida o apagada, mediante lenguaje binario unos y ceros.
Las ventajas del LiFi no son pocas, pero podemos resumirlas en tres: velocidad, interferencias y seguridad. Tampoco está exenta de desventajas; pero las trataremos en los siguientes parrafos.
Empecemos por la velocidad.
La velocidad que los sistemas LiFi pueden alcanzar no es baja. La primera prueba dejó ver 10 Mbps y se esperaba que la velocidad máxima a conseguir con esta tecnología fuese de 500 Mbps. A la vista está que no. Tras su salida de los laboratorios (donde se consiguió una velocidad de 224 Gbps), el lifi consiguio una velocidad de 1 Gbps ( en el Wifi la velocidad media es de 500 Mbps). Además, se podrían colocar varias antenas con diferentes longitudes de onda y ángulos para evitar posibles interferencias.
Y ahora que hablamos de interferencias,
Una de las ventajas del LiFi es que estas pasan a un segundo plano hasta el punto de ser casi superfluas. La tecnología LiFi puede usar todo el espectro de luz visible. El WiFi usa las bandas de los 2,4 GHz y de los 5 GHz, por lo que todas las conexiones se amontonan en un ancho de banda reducido (por eso existen problemas de conexión al usar la banda de los 2,4 GHz en un bloque de edificios, por ejemplo).
Al usar el espectro de luz visible, la tecnología LiFi puede emitir en muchísimas longitudes de onda, lo que evita que diferentes luces se superpongan entre ellas. En tanto en cuanto el receptor esté preparado para detectar cierta longitud de onda en particular, no habrá problemas con otras luces. Esto puede ser útil para ofrecer conexión de red en oficinas y ciudades.
Finalmente, la seguridad. Uno de los puntos flacos del LiFi es que la luz no traspasa las paredes, y este, a su vez, es un gran argumento. Con la tecnología WiFi, alguien con malas intenciones pueden interceptar la red y vulnerarla, pero con el LiFi el atacante tiene que tener acceso a la luz, tiene que estar iluminado por la misma luz que aquellos a los que quiera vulnerar.
Entre las desventajas del LiFi podemos idenficar dos: hay que estar iluminado y se necesitarían muchas bombillas para cubrir una zona como una oficina o una casa. Si no hay luz, no hay conexión.
Decíamos antes que la luminaria se enciende y se apaga a tales velocidades que el ojo no lo percibe, pero sí el fotorreceptor. Pero el fotorreceptor, claro está, tiene que tener acceso directo a la luz. Basta con tapar el fotorreceptor con cualquier objeto para dejarlo a oscuras y, por tanto, cortar la conexión.
La conexión LiFi en dispositivos móviles presenta un problema importante, y es que los bolsillos de los pantalones son opacos. Si metes el telefono móvil en el bolsillo, la mochila, el bolso o cualquier recipiente que no sea transparente puedes seguir teniendo WiFi, pero si usas un sistema LiFi, el fotorreceptor del móvil no verá la luz y, por lo tanto, no tendría conexión.
Por otro lado, cuando contratamos WiFi en casa queremos que llegue a todas las habitaciones, y eso es posible gracias a que la señal traspasa paredes (si bien implica una reducción de potencia y velocidad). La luz no lo hace. Eso se traduce en que conseguir conexión LiFi en una casa u oficina supondría poner varias bombillas con sus respectivos codificadores por todas las estancias y mantenerlas encendidas.
Más allá de las pruebas en laboratorios, la tecnología LiFi todavía está lejos de llegar a los hogares de los usuarios. Por el momento, el LiFi se queda en determinados casos de uso, principalmente empresas y mercados profesionales.
Dado que la tecnología LiFi no tiene interferencia de radiofrecuencia, algunas aerolíneas como Air France han mostrado interés y presentaron una maqueta de cabina con LiFi power, su programa para ofrecer dicha conectividad in flight. Entre las ventajas citadas, destacan el aumento de velocidad y la reducción de cableado a bordo.
Como podemos ver, todos son programas nicho para sectores profesionales o proyectos en desarrollo. A la tecnología LiFi todavía le queda mucho camino por recorrer para llegar al consumidor final, aunque avanza sin prisas pero sin pausas.