Para el formalismo

La presentación del presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, ante el Congreso de la República para pedir el voto de confianza ha sido un mero formalismo.  Sesenta y dos parlamentarios votaron a favor, 30 en contra y 10 abstenciones.

Aunque tituló su discurso «Por el crecimiento económico, la seguridad ciudadana y la estabilidad democrática, Arana evidenció que carece de una hoja de ruta para mejora la economía del país sin seguir endeudándolo, para devolverle a los peruanos la tranquilidad en las calles y para acabar con la inestabilidad política que reina en el país y que en gran parte se debe al Ejecutivo y sus aliados en el Parlamento.

Solo ha enumerado la posibilidad de ejecutarse proyectos mineros, obras que datan de otras gestiones y ha dicho que comprarán patrulleros para mejorar la seguridad ciudadana. Y ha llamado insistentemente a la unidad a las fuerzas políticas del Congreso por la «estabilidad del país».

Nada de lo dicho resuelve los problemas económicos del país, la inseguridad ni la a inestabilidad política. Problema que se agudizan por acciones del Ejecutivo cuando, por ejemplo, el MEF guarda silencio ante el despilfarro del dinero desde el Congreso, se calla frente a las leyes del Parlamento que alientan el crimen y cuando la presidenta miente sobre su cirugía estética. Y ahí está el gabinete Arana con la confianza de Dina y del Congreso para seguir de mal en peor.