¿Cuáles son los retos que le esperan al país y a las regiones en el mediano y largo plazo?

Julia Palomino Gonzales

Esta pandemia que sorprendió a nuestro país y al mundo entero debe ser útil para mejorar nuestras capacidades y habilidades como Estado en tiempos normales y para enfrentar futuras contingencias. Cuatro áreas destacan a simple perspectiva: la coyuntura y mejora del sistema de salud pública y privada, el perfeccionamiento del sistema de lucha contra la pobreza, diseño e implantación de planes para la emergencia y reactivación económica, el establecimiento de protocolos y actuación rápida ante emergencias. En todos los casos se trata de documentar la situación de partida, las acciones realizadas, los problemas detectados, las medidas correctivas y el protocolo de acción para el futuro.

Hay necesidad de que se lleve a cabo un planeamiento oportuno de la reactivación económica. Se sabe que este proceso daría certeza a los trabajadores y empresas sobre el modo y el momento en que podrían empezar a operar. Sin embargo, no hay que hacerse muchas esperanzas ya que el Consenso de Lima es contrario a una mayor presencia del Estado, al planeamiento estratégico, a la diversificación productiva, a considerar el rol de los trabajadores y su salario.

Hay que insistir en que se elabore un Plan para la reactivación económica que integre y articule el diagnóstico general y sectoriales, los criterios de priorización, las estrategias y medidas macro, meso y microeconómicas. Asimismo, que incorpore los recursos necesarios, resultados esperados y los mecanismos de evaluación y ajustes al Plan. Hasta ahora tenemos un conjunto abundante de medidas aisladas y el Ceplan sigue postergado. Los países desarrollados están saliendo relativamente mal parados de la emergencia sanitaria; habrá que evaluar rápidamente las respuestas que diseñen e implementen en la esfera económica.

En el campo de lo político no hay que dejarse llevar por los modelos autoritarios. El Perú enfrenta los 2020 desafíos que debe embestir para asegurar el desarrollo alcanzado y dar el salto hacia el país moderno, democrático y con igualdad de oportunidades para todos.

Según un informe de BBVA Research sobre Perú, las medidas de confinamiento para disminuir la velocidad de contagio del COVID-19 están impactando negativamente sobre el empleo, la calidad de los puestos de trabajo y los ingresos salariales. Se estima que la recuperación del empleo será muy gradual, dado que se espera una frágil recuperación de la actividad económica.

El informe sostiene que el complicado panorama es una consecuencia de la menor demanda de trabajadores por parte de las empresas, como resultado de la imposibilidad de ejecutar ciertas tareas por la inmovilidad que impone la cuarentena.

ROL DEL ESTADO

 Probablemente hay más interrogantes que respuestas y propuestas coherentes al respecto. En términos generales, el Estado debe ser un ente ¿planificador?, ¿estratega?, ¿promotor?, ¿intervencionista?, ¿liberal?, ¿regulador?, etc. En términos funcionales y operacionales ¿el Estado debe encargarse de brindar sólo los llamados servicios públicos básicos? ¿También debe encargarse de la producción de bienes y servicios que lo puede efectuar el sector privado? El rol del Estado es relativamente mucho más complicado definirla y cumplirla en un país de altos niveles de pobreza y bajos niveles de ingreso como es el peruano. En este marco, pueden plantearse tres preguntas básicas, cuya respuesta puede permitir vislumbrar la especificación del rol del Estado: ¿Qué debe hacer el estado?, ¿Cómo debe hacerlo?, ¿Cuáles son sus limitaciones?

LOS RETOS PARA LA REGIÓN Y EL  PAÍS SE HAN ELEVADO EXPONENCIALMENTE.

En las últimas tres décadas se empezó a ordenar la economía y tuvimos veinte años de crecimiento permanente, muy por encima del promedio en el mundo. En los últimos cinco años, crecimos por debajo de la economía mundial. Si no llegamos a una política de Estado de largo plazo, vamos a regresar a una ostentación económica pre años noventa, no va a haber una adecuada persuasión de capital.

Por otro lado, producto de esta crisis, los Estados han adquirido mayor importancia en el manejo de los países, esto nos lleva a preguntarnos cuál debe ser el rol del Estado en la economía. Viéndolo en perspectiva, no debería cambiar. Necesitamos un Estado fuerte, protector, que permita que los mercados funcionen, y que mantenga el equilibrio. Ese modelo es un reto grande. Por otro lado, esta crisis evidencia la necesidad de crear un modelo de salud integrado. Hay que mejorar, en general, la infraestructura hospitalaria.

Asimismo, es necesario combatir las condiciones de pobreza. También es clara la necesidad de mejorar el sistema de salud y de educación. En salud, urge mejorar la infraestructura, implementación y formar más médicos con servicio y vocación. En educación, aún tenemos colegios con muy baja infraestructura y bajos niveles de enseñanza.

     
 

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