Día Mundial del Medio Ambiente

Mg. Lincoln Edwin Soto Rosales

El cinco de junio de todos los años, es acostumbrado celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Debido a la caótica y creciente problemática del estado ambiental de nuestro planeta se instauró el 5 de junio del año 1972, inicialmente. Siendo el Día Mundial del Medio Ambiente establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su afán por la conservación del planeta, como lo conocemos y, su inefable lucha por la continuidad de la vida en este mundo. Estos sentimientos son motores que promueven la modificación de un conjunto de hábitos perjudiciales para el planeta porque generan diferentes formas de contaminación.

Al día de hoy, escuchar menciones que afirman que los océanos están siendo ocupados por un gran número de restos sólidos conformados en su mayoría por plásticos, se hizo común y cotidiano porque pocos piensan en el bienestar de las generaciones futuras. Generaciones que podrían depender de los océanos, ya sea como un medio de generación de riqueza con algún tipo de negociación, un medio de transporte para abastecer diferentes productos que son requeridos por otras ciudades, una fuente de alimentación sana y necesaria para el desarrollo integral de las personas o un lugar donde se adicionan el sano esparcimiento y una forma de realizar actividades deportivas.

Así mismo, son notorios los negativos resultados que han causado las diferentes actividades antrópicas que devastan el equilibrio natural del suelo. Desde perjudiciales actividades en la zona rural, como el cambio de uso de suelo, actividad que potencia la deforestación de zonas boscosas de nuestro país para ser remplazadas por tierras agrícolas o espacios de crianza de ganado. O un desarrollo urbano que se aparta de la sostenibilidad, cubriendo de concreto los espacios sin contemplar una adecuada gestión espacial para hacer posible la equilibrada creación de espacios que promuevan el confort para sus usuarios.

De igual forma, la inconsciencia genera que se provoquen desastrosas consecuencias, ya sea de forma directa o indirecta para alterar la calidad del aire. Por ejemplo, los incendios forestales, que no solo devastan incontables hábitats para una gran cantidad de especies que yacen en nuestro entorno, también generan un gran volumen de gases de efecto invernadero que envenenan el aire que respiramos. Otra actividad que genera una excesiva producción de gases de efecto invernadero es la quema de combustibles fósiles por el uso irresponsable de vehículos motorizados que exceden la capacidad del parque automotor urbano en el interior de las ciudades, en lugar de emplear medios de transporte público que permite mitigar el perjuicio de la calidad del aire.

En resumen, la gran mayoría de acciones humanas causan la contaminación de nuestro entorno. Incluso la inherente acción del respirar genera uno de los gases de efecto invernadero más abundantes en la atmósfera, el dióxido de carbono. Por ende, entendamos que buscar eliminar la generación de contaminantes es inútil porque no es posible. Por el contrario, buscar mitigar la contaminación que nuestras actividades generan hacia nuestro planeta es un objetivo de viable cumplimiento, porque se busca perpetuar el equilibrio natural mediante el minimizar los impactos que causan nuestras acciones.

Por esto, es importante la existencia del Día Mundial del Medio Ambiente, porque nos recuerda que siempre serán necesarias las pequeñas acciones que podamos realizar por el beneficio de nuestro planeta. Aunque, en estos tiempos son de imperante exigencia, acciones de gran impacto positivo por la preocupante realidad de nuestro mundo, en términos ambientales. Entonces, prioricemos el empleo de medidas que fijen la sostenibilidad como característica principal de nuestras acciones en pro del desarrollo, para que así se perpetúe la existencia de nuestra especie y de todas las demás formas de vida existentes.

 

     
 

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