Elecciones en tiempos de pandemia

Diversos reportes indicando el incumplimiento, por parte de varios de los candidatos a las elecciones de abril en campaña, de las medidas de bioseguridad para contener el avance de la COVID-19, y el anuncio que conocimos ayer sobre el primer candidato presidencial en dar positivo, nos advierten sobre la urgencia de tomar medidas efectivas para el desarrollo de un proceso electoral libre y democrático, sin arriesgar la salud de la gente.

Desde que en marzo 2020 se conociera el primer caso de coronavirus en nuestro país, diez meses después, y con un número acumulado de 1.037.350 de casos positivos, y 38,335 fallecidos, hasta ayer, ya deberíamos saber que enfrentamos una situación muy grave, y que si seguimos actuando como si nada pasara el índice de nuevos contagios, que casi llega a 2,000 por día, será – o, ya es- inmanejable.  

Lo que pasa con una persona infectada, como el candidato por el partido Perú Libre, Pedro Castillo, es que debe suspender sus actividades, cumplir aislamiento, y estar en cuarentena al menos durante 14 días, aún si pareciera sentirse mejor.

Tomo el caso del candidato Castillo, que se hizo conocido a nivel nacional por liderar el año 2017 la huelga promovida por el Comité de Lucha de las Bases Regionales del Sutep, porque nos puede ayudar a reconocer algunos de los riesgos existentes en las campañas electorales.

A tenor de lo informado por personas de su agrupación política, y en particular su asistente de prensa, Castillo había experimentado algunos síntomas, pero creyó que se trataba de un “resfrío simple”. Probablemente, al no sentir mayores molestias mantuvo su agenda, y esta consistió –según lo declarado- al menos en tres actividades públicas realizadas entre el domingo y lunes reciente, en tres distritos populosos de Lima.

«Si antes debíamos considerar, antes de elegir, el perfil del candidato o candidata, y sus planes de gobierno, hoy debiéramos también tener en cuenta, qué tanto se comprometen con el cumplimiento de las medidas sanitarias»

Durante la mañana del domingo presentó su plan de gobierno en el frontis de un mercado del distrito de Puente Piedra, y al final de la tarde del mismo día inauguró un nuevo local partidario, en San Juan de Lurigancho.  Al mediodía del lunes, se dirigió a San Juan de Miraflores, para inaugurar un comedor social.

Con cuántas personas estuvo en contacto Pedro Castillo durante esas actividades, no se sabe, pero es de suponer que su equipo de campaña pudo haberse esforzado para realizar una buena convocatoria que visibilice a su candidato a la presidencia.

Si tenemos en cuenta que una persona infectada puede contagiar a otra desde 48 horas (o 2 días) antes de que manifieste algún síntoma o haya dado positivo en la prueba de detección, todas las personas que participaron en las actividades referidas podrían estar enfermas.

Sin mala intención, seguramente, una actividad democrática en el contexto de un proceso electoral, puede tornarse en un factor de riesgo mayor, si no se extreman los cuidados para proteger a quienes participen.

Si no perdí la cuenta creo que tenemos 23 candidaturas a la presidencia a la República, e igual número de listas de aspirantes al Congreso. Es decir, y ya lo estamos viendo, serán miles las candidatas y candidatos promoviendo reuniones para difundir sus propuestas, y en las próximas semanas, y hasta el día de las elecciones en abril, millones de personas las que se expondrán atendiendo tales convocatorias.

¿Qué hacer en ese contexto? 

En julio 2020, la Organización de los Estados Americanos (OEA) publicó la “Guía para organizar elecciones en tiempos de pandemia”, en la que se recomienda medidas para ser adoptadas en ámbitos que van desde la organización y administración electoral, hasta las campañas y los momentos mismos de votación y escrutinio.

Corresponde revisar este documento, pero no solo a las autoridades electorales de nuestro país que, sin duda, ya lo hicieron, sino a cada agrupación política que participa en el proceso.

Si antes debíamos considerar, antes de elegir, el perfil del candidato o candidata, y sus planes de gobierno, hoy debiéramos también tener en cuenta, qué tanto se comprometen con el cumplimiento de las medidas sanitarias, y si realmente tienen interés en la salud y bienestar de la gente.