La brecha digital en el Perú, un problema para muchos

José Luis Trujilo Calderon

Hace unos días fui testigo de algo que me dejó muy contrariado. Ese día estuve sacando una fotocopia en un establecimiento cerca de la plaza de armas de Huánuco, donde también hay cabinas de internet y vi a un jovenzuelo, probablemente proveniente de uno de nuestros colegios secundarios de la zona rural, y junto a su padre estaban haciendo denodados esfuerzos para poder inscribirse o matricularse en una academia universitaria, donde sus trámites lo hacen «de manera virtual».

El problema era simple, no podían matricularse de manera virtual. «Ya hicimos el pago, pero falta un no sé qué que se hace desde el internet» decía el papá, mientras el hijo intentaba ingresar a la página de la institución.

Y es que muchas instituciones en el Perú, tanto públicas como privadas, se jactan de ser muy «tecnológicas» y que tienen sus aplicaciones y páginas para hacer trámites y no sé qué más, pero muchas veces no son funcionales en su totalidad. El problema de la brecha digital es latente y muchos no se dan cuenta.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la brecha digital en el Perú es uno de los desafíos más urgentes por resolver: el 37 % de los hogares en Lima aún no cuenta con acceso a internet  y en las zonas rurales el porcentaje de hogares sin conexión es del 94 %. La brecha digital no solo se trata de una brecha de conectividad, sino que también consiste en desarrollar políticas públicas que resuelvan la brecha a nivel educacional, tecnológico y otros más.

Ahora, no solo se trata de «tecnología» o «internet», en realidad, el gran desafío consiste en desarrollar políticas públicas que resuelvan la brecha a nivel educacional, tecnológico y con costos asequibles; pero también pasa por capacitar a todos los actores involucrados, entre ellos profesores, padres de familia y por supuesto alumnos; urge promover de manera tangible el uso de herramientas digitales, impulsando la alfabetización e inclusión digital.

Si bien es cierto la llamada «transformación digital» en el Perú se intensificó en el año 2020 con la pandemia y con ello se «avanzó» en varias tareas en las instituciones públicas (esto en las zonas urbanas), pero en las zonas rurales la brecha se acrecentó. Utilizar tecnologías digitales ya no es una opción, su aprovechamiento permite mejores condiciones de vida al ciudadano y no hacerlo incrementa las desigualdades sociales.

La brecha digital en el Perú sigue siendo un problema importante. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo el 60 % de la población total del país tiene algún tipo de acceso digital, mientras que hay una franja de 10 millones de habitantes completamente desconectados. Tres millones de ellos no lo hacen porque en sus lugares de residencia no llega el servicio, un millón porque no puede pagarlo y otros seis millones lo desconocen.

Además, la brecha de conectividad entre zonas urbanas y rurales sigue siendo significativa. Solo el 9.3 % de hogares rurales disponen de al menos una computadora en casa, muy lejos del 53.3 % que tiene acceso en Lima Metropolitana y al 44 % en el resto de las áreas urbanas.

Pero, ojo, la transformación digital, a su vez, exige previamente la reducción de las brechas en los ecosistemas digitales, tanto en la infraestructura de comunicaciones de alta calidad como en su uso masivo del internet. Sin duda alguna, todavía hay mucho trabajo por hacer.

     
 

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