La presuposición en la lectura
Al momento de leer, hay enunciados y oraciones que encierran información evidente, pero que no advertimos de forma explícita. Son enunciados que nos invitan a detenernos y analizarlos con calma para evidenciar el contenido de lo que propone el autor sin mencionarlo de manera manifiesta. Y este es un tema esencial para todo lector principiante que afirma sus pasos en los caminos de la lectura seria y profunda. Así, en el presente escrito abordaremos el interesante tema de la presuposición en la lectura. Para este fin, enfocaremos el marco teórico y una sección práctica donde se demuestra con ejemplos sencillos la utilidad de este asunto.
Iniciemos respondiendo la pregunta: ¿qué es la presuposición? La presuposición es un tipo de inferencia automática que consiste en obtener información implícita necesaria y esencial a partir de un enunciado explícito propuesto en el texto. Desde la óptica del autor, son las creencias o conocimientos que supone que ya conocen sus lectores. Por eso, Stephen C. Levinson en su libro Pragmática precisa, «la presuposición son las condiciones que deben cumplirse para que un enunciado sea considerado verdadero o informativo». Por ejemplo, en el enunciado: «Pablo dejó de leer cuentos de terror», se presupone que Pablo antes leía cuentos de terror. El enunciado no explicita que Pablo leía cuentos de terror; sin embargo, es necesario presuponer para que la información tenga sentido. Y otro factor indispensable de la presencia de la presuposición en la lectura es su capacidad de economizar el lenguaje (postulado del francés André Martinet) porque de lo contrario se cargaría con excesiva información innecesaria al lector.
Ahora bien, lo que acabamos de ejemplificar es el primer tipo de presuposición lógica que consiste en extraer la conclusión a partir de un razonamiento inferencial. Así la confirmación de «Pablo antes leía cuentos de terror» resulta por lógica presupuesta de: «Pablo dejó de leer cuentos de terror». Sin embargo, existen otras formas como la presuposición cultural, que implica conocer el contexto cultural e histórico del enunciado para poder hacer la presuposición. Por ejemplo, siguiendo con la misma línea ejemplificada, si ahora dijéramos: «Pablo dejó de leer a Edgar Allan Poe», se presupone que Pablo antes leía cuentos de terror. Nótese que, siguiendo la cultura literaria, Allan Poe aquí representa la narrativa de misterio y terror. Qué interesante y sencilla forma de realizar inferencias automáticas.
La tercera forma de realizar inferencias automáticas es la presuposición referencial, que implica hacer uso de hechos, lugares o entidades mencionados en el mismo texto, lo que ayudará a realizar la presuposición. Para ejemplificar esta tercera forma, leamos el siguiente fragmento que también nos permitirá repasar la presuposición lógica y cultural.
Una vez analizado el fragmento, apliquemos las tres formas de presuposición de forma práctica. Reiniciemos con la presuposición lógica y en la última sección del texto menciona que esta tecnología (refiriéndose a NFC- Near Field Communication, que en español es Comunicación de campo cercano): «es prácticamente imposible que alguien intervenga en la transferencia de datos a distancia». Se presupone que sí es posible intervenir en transferencias de datos a distancia. Ahora, veamos la presuposición referencial y para ello ocupemos dos vocablos del texto: «TPV» y «datáfono». Se presupone que el lector sabe qué es un «TPV» (Terminal Punto de Venta) y «datáfono»; sin embargo, si no lo supiera por referencia del texto, se presupone que es un dispositivo para procesar pagos electrónicos en los comercios de la actualidad. Finalmente, practiquemos la presuposición cultural, para la cual, el título menciona que es posible «pagar sin tarjeta o efectivo»; se presupone un contexto cultural donde pagar con tarjeta o efectivo es lo común; sin embargo, la sociedad está en una franca transición hacia otros métodos de pago basados en la tecnología inalámbrica.
De esta manera, hemos llegado a la parte final de nuestro artículo sobre las tres formas de presuposición que se pueden inferir de manera automática en la lectura. Notemos que, mientras la presuposición lógica es la base cognitiva de los razonamientos, las otras dos formas, la presuposición referencial y la presuposición cultural, se complementan para un entendimiento integral y eficiente del texto. La recomendación para todos los lectores es que, lejos de realizar lecturas rápidas, nos detengamos a razonar sobre las presuposiciones que se dan en el texto. Y como hemos visto, enriquece y ayuda a explicitar enunciados e ideas que no se pueden evidenciar fácilmente. De igual forma, se sugiere enseñar en casa a nuestros niños para ofrecerles mayor agilidad, no solo a su lectura como tal, sino también a su forma cognitiva de abordar un texto a través de un hábil y lógico uso de las presuposiciones.