La primera campaña presidencial en red

Edgardo Espinoza A.

Frases como estas: El pueblo al poder, sí podemos, nueva constitución, sí se puede, fuerza nacida del pueblo, vamos  a construir un gobierno de guerra, futuro seguro para el Perú, tú al centro, por un gobierno con honradez, etc. inundan las redes sociales de los distintos candidatos. Ahora ya no hay concentraciones de masas, bailes, artistas invitados, regalos, etc., ahora la concentración y la atención está en las redes. El expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, inició su campaña con su frase “Yes we can” que se traduce así: “sí podemos”. Así empezó a aglutinar a miles de jóvenes estadounidenses con un mensaje esperanzador, ante la incertidumbre; fue un hombre audaz de la esperanza para los jóvenes latinos, un foco de atención ya que habló de dar trabajo a los desempleados, casa a los sin techo y sacar a los jóvenes de la violencia.

Este joven político afromaericano de ascendencia keniana impactó en el pueblo americano  así que Obama aprendió a manejar  con maestría las reglas de juego de lo que se ha llamado “la primera campaña en red”. De hecho, la campaña de Obama es un caso paradigmático de la política «insurgente» en la era del Internet.

«Muchas veces las redes sociales sirven para descargar iras, frustraciones y tantas difamaciones»

En esta ocasión la pandemia nos ha acelerado el curso intensivo de saber utilizar el internet, ahora creo que la mayoría de peruanos tenemos el teléfono móvil, pero nos falta internet.

Manuel Castells, que es el mejor sociólogo del internet, dice: Los ciudadanos que estén mayor informados, articulados con la tecnología, manteniendo su identidad, su cultura y su ciudadanía son aquellos capaces de crear, producir conocimientos, información y valor en una economía de la información y el conocimiento, sociedad física y sociedad virtual.

De hecho, nuestra vida ha cambiado porque vivimos con internet y no salimos porque todo lo hacemos con internet.

Para no vivir excluidos, tenemos que estar en la sociedad de la información. Ingresar a la tecnología puede ser un núcleo de cohesión social y una alternativa para los jóvenes, crear tecnología y crear cultura.

Ahora, todos los candidatos presidenciables se sirven del internet que, a su vez, sirve para dirigirse, enviar mensajes, grabar sus audios, dar a conocer sus planes. A veces aparecen como abanderados y se van desvaneciendo algunos en el camino porque en las redes tienen que ir actualizando día a día. Aquí pueden ganar batallas (sillón presidencial) incluso con menos recursos; depende cómo llegan. Cada uno de sus mensajes están llenos de símbolos: emoticones como me gusta, me encanta, me importa, me divierte, me asombra, me entristece, me enfada. Tienen que estar alertas a las reacciones, en este caso, de los seguidores.

Pero también hay que decir que muchas veces las redes sociales sirven para descargar iras, frustraciones y tantas difamaciones, como también hay tanta gente que se oculta en las redes sociales y no da la cara. Saben que por las redes sociales no se puede penalizar. Fácil es hacer callar de repente a los medios escritos, televisivos o radiales, pero a las redes nadie las calla. Les gusta que se haga viral para satisfacer su acto de cobardía. Cuánta gente termina desacreditada ya que de una forma multitudinaria se difunde por el Internet.

En fin, se dice que Obama ha sido el primer presidente de la era del internet; sin internet Obama no hubiera sido presidente. Claro está, no es el único factor; había muchos otros. Así derrotó a Hilary Clinton que contaba con toda la maquinaria que tenía. Para ello Obama movilizó a la gente (sin gente no sirve de nada internet), movilizó a los jóvenes, porque son ellos los que están y saben qué hacer en la red, son los ciudadanos cosmopolitas de la era red.

Los medios favoritos de los candidatos en estos momentos son el Facebook y el YouTube. A mi manera de ver, son sus mejores areópagos.

Esto lo podemos ver en nuestro móvil que llevamos a todas partes. La comunicación ahora es transportable, lo llevan los niños, jóvenes, adultos y mayores ya nadie tiene «escrúpulo» de utilizarlo en cualquier lugar.

Y respecto a su uso será de acuerdo a la capacidad cultural de cada persona y de la capacidad educativa que tiene. Bueno, deseamos de corazón que también en las redes haya conciencia ética y así tendremos en la historia del país un presidente de la era del internet.

     
 

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