Papa Francisco, ni rojo ni caviar

Germán Vargas Farías

Si hay una foto que puede ser seleccionada como postal principal del reciente viaje de Dina Boluarte a Europa, es aquella en la que aparece junto al Papa Francisco tras un encuentro que, según fuentes del Vaticano, duró 25 minutos.

Dice el adagio que «una imagen vale más que mil palabras», y no hace falta ser muy perspicaz para advertir en la fotografía la expresiva incomodidad del Papa, tal vez por posar con una persona a la que no había invitado, y porque sabía bien que la intención de su ‘espontanea’ visitante no era otra que utilizarlo para mejorar su imagen.

Craso error el de Boluarte Zegarra que ha provocado críticas incluso entre gente que la respalda, o que la sostiene simple y llanamente porque conviene a sus intereses. Pero no quiero detenerme en el balance sobre el periplo europeo de la presidenta, que unánimemente se considera negativo, sino en lo que se dice del máximo representante de la iglesia católica a propósito de su gesto en la foto que refiero.

Para la congresista Rosangella Barbarán, de Fuerza Popular, la actitud del Papa Francisco se debe a que es un líder de izquierda, un ‘papa caviar’ según su limitado razonamiento, y habría planificado ese recibimiento sorprendiendo a una incauta Dina Boluarte que, «más allá que de donde venga, es la representante del país».

Más severo ha sido Phillip Butters, quien había anticipado que Francisco iba a desairar a la presidenta porque es un papa ‘progre’, y que luego de la visita ha dicho que el papa es ‘rojo’, y que si «se sacaba su hábito blanco abajo decía Dina asesina».

Por ignorancia o mala fe, desde ciertos sectores políticos, y también religiosos, seguirán diciendo falsedades en torno a los gestos y posiciones del Papa Francisco que gusten o no procuran ser fieles al Evangelio, y a la promoción de la dignidad de las personas que corresponde a la misión de la iglesia»

Barbarán, Butters y otros personajes de la extrema derecha peruana han visto en la cara adusta del Papa Francisco la confirmación de su inclinación izquierdista, y manifiestan su pesar y malestar porque la presidenta, a quien vapuleaban antes de serlo, es motivo de un montón de memes que retratan su poquedad.

Sin embargo, el más ácido crítico del primer Papa americano es otro argentino, como él. Se llama Javier Milei, y es uno de los candidatos con mayores posibilidades de convertirse en el próximo presidente de Argentina. Representante de la extrema derecha, se ha caracterizado por un estilo confrontacional y extravagante incluyendo entre sus adversarios al mismo Jorge Mario Bergoglio.

Milei ha acusado a Francisco de fomentar el comunismo en el mundo, y de ser el «representante del maligno en la tierra», y le ha llamado ‘imbécil’, y ‘personaje impresentable y nefasto’. Al candidato supuestamente ‘libertario’ le molesta que el Papa hable de «justicia social», lo cual según su antojadizo parecer viola los Diez Mandamientos.

La respuesta no se ha hecho esperar y desde la iglesia católica argentina han rechazado acremente los insultos de Milei. Así, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, ha reivindicado al Papa como un «profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión» y la «opción preferencial por los pobres y excluidos» que les ha llevado a demandar al Estado garantizar la provisión de bienes primarios para la vida humana, en particular en los barrios más humildes.

El Papa mismo en reciente entrevista ha aclarado que no es comunista, como dicen algunos, y que solo sigue el Evangelio. «A veces cuando me escuchan decir las cosas que escribí en las encíclicas sociales, dicen que el Papa es comunista. No es así. El Papa agarra el Evangelio y dice lo que dice el Evangelio», ha declarado.

Por ignorancia o mala fe, desde ciertos sectores políticos, y también religiosos, seguirán diciendo falsedades en torno a los gestos y posiciones del Papa Francisco que gusten o no procuran ser fieles al Evangelio, y a la promoción de la dignidad de las personas que corresponde a la misión de la iglesia.

     
 

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