El mismo andamiaje

En el año 2022 la corrupción causó un perjuicio económico que alcanza los 24 mil 419 millones de soles, según las estimaciones de la Contraloría General de la República que sostiene que con esa friolera se hubiera podido eliminar la pobreza en el país.

El informe detalla que el 56 % de ese perjuicio económico corresponde a los gobiernos regionales y municipalidades y el 44 % al gobierno nacional. Y revela que, en el 2022, la incidencia del perjuicio económico se presenta, por tipo de gasto, también en el rubro de Inversión (obras) con una incidencia de aproximadamente 16.8 % (S/ 7 945 millones), seguido por Bienes y Servicios con 12.8 % (S/ 6 523 millones) y Otros con 11.9% (S/ 9 950 millones).

Es el cuarto año que la Contraloría publica su estudio de estimaciones del perjuicio económico causado por la corrupción. Y a la par los peruanos hemos estado conociendo de las investigaciones de la corrupción que involucra a la transnacional brasilera Odebrecht y varios presidentes de la república, uno de ellos (Alejandro Toledo) extraditado días atrás desde los Estados Unidos. Pero también de adjudicaciones ilegales de obras en el gobierno nacional (como el puente Tarata en San Martín, por ejemplo).

Eso evidencia que el ciclo de la corrupción continúa activo. Han cambiado los nombres de los corruptos, pero el andamiaje legal que facilitó esa corrupción está intacto. Nadie ha tocado el sistema para que no haya más Odebrecht a gran o pequeña escala. Todo sigue igual.