El mismo camino
En noviembre del 2020, el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se negaba a reconocer su derrota en las urnas ante Joe Biden y acusaba fraude electoral. En junio del 2021, en el Perú la candidata presidencial, Keiko Fujimori, emulando a Trump, se negaba a reconocer su derrota electoral ante Pedro Castillo y acusaba fraude electoral. A su acusación se sumaron varios políticos de derecha, entre ellos Lourdes Flores Nano.
Tres años después, la justicia norteamericana está muy cerca de procesar a Trump por esa falsa acusación que incluso alentó una toma violenta al Capitolio (Congreso). La abogada Jenna Ellis, que trabajó en la campaña de Trump, se declaró recientemente culpable en el caso contra este. Ella apareció en una audiencia en 2020 organizada por legisladores republicanos en el Capitolio de Georgia en la que se hicieron acusaciones falsas de fraude electoral, según CNN.
Si esa es la suerte de Trump, abogados y aliados, en el Perú, Keiko y sus aliados políticos también deberían enfrentar un proceso judicial por su narrativa de fraude electoral.
Tal vez su temor a que el brazo de la justicia los alcance en algún momento por ese daño que le hicieron a la democracia y al país, explique también el por qué quieren tomar el control de la Junta Nacional de Justicia y desde ahí controlar el Poder Judicial, donde deberían rendir cuentas de sus fechorías. Por ahora, el Ministerio Público es un aliado.