Es su obligación
Cuando los dirigentes del Comité de Lucha frustraban la reunión sobre las obras paralizadas en la provincia de Leoncio Prado, perdían una gran oportunidad de fortalecerse como organización.
Dicho Comité había convocado a una marcha hacia el Gobierno Regional. En un intento por evitarlo, Pulgar viajó a Tingo María un día; pero, en vez de promover una reunión técnica con dichos dirigentes y otros actores sociales de la provincia, hizo un mitin frente a un grupo de personas, en su mayoría madres de programas sociales municipales.
Al día siguiente, el Comité llegó en marcha a Huánuco fue para dejar la invitación a Pulgar a una reunión el 12 de junio en Tingo María. Llegada la fecha, Pulgar estaba en Lima por citas con algunos ministros y envió un equipo técnico a la reunión. Pero, esta se frustró porque los dirigentes echaron del local a los funcionarios, alegando que el diálogo era con el gobernador. Ahí perdieron la gran oportunidad de acopiar la información necesaria y exigirle luego a Pulgar compromisos concretos para reactivar las obras. Si es que en verdad esa es la intención.
En cambio, le han dado argumentos al gobernador para desvirtuar al Comité de Lucha como interlocutor válido de diálogo. Pero, Pulgar no debería rehuir a su obligación de informar a Leoncio Prado sobre las obras paralizadas en una mesa técnica amplia, que incluya dirigentes, representantes de la sociedad civil y autoridades. Es una obligación.