Flaqueando

La lucha contra el crimen tiene en el sistema penitenciario una gran debilidad. Los penales están muy lejos de cumplir su papel de centros reformatorios de las personas que incurrieron en delitos. En cambio, son escuelas del delito. Ahí, muy pocos son los que se regeneran, en cambio la gran mayoría se especializa en delinquir.

Lo que ha ocurrido en el penal de máxima seguridad de Cochamarca, en la frígida Pasco, es de gran preocupación. Un grupo de presos construía un forado para evadirse. Afortunadamente los agentes del INPE descubrieron a tiempo los forados en las paredes de las celdas 3 ,5 ,7 y 9 del pabellón B-1. De esa forma lograron frustrar el plan de fuga de condenados por robo agravado, violación sexual  y hurto. Ahora, ellos fueron llevados a otro penal de la ciudad de Lima.

Decíamos que es preocupante lo ocurrido en Cochamarca porque pone en evidencia que no es el penal de «máxima seguridad», como se afirma, no obstante que su construcción es reciente.

Si el penal de Cochamarca es vulnerable, entonces ¿en qué situación están los otros penales que tienen superpoblación de reos?

La inversión del Gobierno en la construcción de penales es una necesidad que debiera atenderse con urgencia, tanto más si desde el Congreso se están promoviendo leyes como la de encarcelar a menores de edad.

Mientras no se mejore el sistema carcelario la lucha contra el crimen seguirá flaqueando.

     
 

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