Marcar distancia
La declaratoria del estado de emergencia en todo el territorio patrio era algo que se veía venir ante la escalada de la violencia en las protestas que se registran al sur del país exigiendo el cierre del Congreso de la República y nuevas elecciones generales para elegir presidente, vicepresidentes, congresistas y parlamentarios andinos.
La violencia que se registra en las protestas en Apurímac, Arequipa y otras ciudades del sur del país no se justifican, salvo que se quiera conseguir una psicosis colectiva que en nada ayuda a la causa que pregonan: nuevas elecciones.
Se equivocan quienes promueven y toleran la violencia en las protestas, porque solo consiguen deslegitimarla e incrementar el rechazo hacia ella. Poco a poco irán perdiendo fuerza y al final cuando llegue el día de las elecciones su propuesta será derrotada de manera catastrófica en las ánforas.
Para hoy se ha convocado a una jornada de protesta a nivel nacional; pero desde ayer rige el estado de emergencia en todo el territorio nacional y las fuerzas armadas ya han salido de los cuarteles para asumir la seguridad de instalaciones públicas.
Hoy, quienes demandan nuevas elecciones, el cierre del Congreso y expresan su respaldo al expresidente Pedro Castillo deben empezar a marcar distancia de los violentistas o de lo contrario solo escalará la violencia y eso ya es historia conocida en el país.