Nélida Colán 2.0
La controvertida decisión de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) de anular de oficio la destitución de Patricia Benavides del Ministerio Público y reponerla en su cargo de fiscal suprema y en el puesto de fiscal de la nación, es la confirmación de la subordinación a las fuerzas políticas que, con el fujimorismo a la cabeza, controlan el Congreso y titiritean el Ejecutivo.
Un informe de la Misión Internacional de Observación (MIO-Perú) señaló problemas en el proceso y denunció la falta de transparencia y el incumplimiento de estándares mínimos en la elección de Gino Augusto Tomas Ríos Patio, Francisco Artemio Távara Córdova, Jaime Pedro de la Puente Parodi, María Teresa Cabrera Vega, Víctor Hugo Chanduví Cornejo, Germán Alejandro Julio Serkovic González y Rafael Manuel Ruíz Hidalgo.
Meses después llegaría la confirmación de lo mal que se hizo la selección de los miembros de la JNJ: Rafael Ruiz había ocultado una sentencia condenatoria en su contra.
Con subordinados en la JNJ, este organismo debía trabajar en la restitución de la aliada de esas mismas fuerzas políticas en el Ministerio Público: Patricia Benavides que había sido destituida por los anteriores miembros de la JNJ.
El fujimorismo sabe que someter el Ministerio Público es clave en sus propósito de controlar el país, como lo hicieron Fujimori y Montesinos en los 90 con Blanca Nélida Colán. Próximo a las elecciones generales, Keiko quiere su Nélida Colán 2.0.