Por el proceso

La virtual eliminación de la selección peruana de la Copa América debería llevarnos a replantear nuestras expectativas y empezar a apostar por un proceso de recambios, antes que ilusionarnos con una clasificación al Mundial.

Desafortunadamente, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Agustín Lozano, interrumpió un proceso en el que habíamos logrado grandes avances.

Pero, como no hay que llorar sobre leche derramada, sí hay que ser realistas y entender que con Jorge Fossati es un nuevo proceso que va a demandar tiempo y trabajo.

Que Fossati cifre su esperanza en Crhistian Cueva —un jugador que está en recuperación de una lesión, no tiene club y no juega desde octubre— confirma la falta de jugadores para realizar el recambio en la escuadra nacional.

El torneo nacional debería producir los jugadores para la selección; pero, no lo hace porque su nivel competitivo es bajísimo. La mediocridad de nuestro torneo se evidencia en la participación de los clubes en los torneos internacionales. No obstante, nada se hace desde la Federación Peruana de Fútbol para mejorar el torneo local, promover torneos competitivos de menores.

El fútbol peruano también necesita de un recambio de dirigentes y romper con ese andamiaje legal que permite que se perpetúen en los cargos arrastrando al fútbol nacional a una mediocridad eterna.