Presupuesto participativo

En la última reunión del Consejo de Coordinación Regional (CCR) varios alcaldes se quejaron de que sus proyectos priorizados en los talleres de presupuesto participativo no se ejecutan, a pesar de haber transcurrido, en algunos casos, más de diez años.

Dice el MEF en una guía que «el presupuesto participativo es un proceso donde se ponen de acuerdo las autoridades y los representantes de las organizaciones de la población para precisar juntas qué resultados se quieren obtener, en qué y cómo se invertirán los recursos del gobierno local o regional, de tal manera que aporten al desarrollo de la localidad y hagan posible que la gente viva en mejores condiciones…»

Sin embargo, aquello se convierte en letra muerta cuando las autoridades relegan aquellos proyectos que la sociedad civil ha propuesto siguiendo los lineamientos establecidos por la misma autoridad.

Esa situación incrementa la desconfianza de la ciudadanía en sus autoridades y peligrosamente desalienta su participación en la toma de decisiones en la inversión del presupuesto. Que, finalmente, es lo que persiguen las malas autoridades, las que no quieren transparencia en el manejo de la cosa pública.

A partir de esa actitud de sabotear el presupuesto participativo, debería plantearse sanciones para el gobernador y alcalde que incumple el presupuesto participativo o autorizarse la censura del gerente general por esa razón. Con sanciones así, se gastaría mejor el presupuesto.