Salida necesaria
La salida de Oscar Becerra del gabinete Otárola es más que necesaria. La conducta del todavía ministro de Educación ha sido más que perniciosa para el gobierno de Dina Boluarte y más aún para la educación peruana.
Hasta ahora Becerra no ha hecho nada para mejorar las condiciones en las que los estudiantes de las escuelas del país reciben clases. En Huánuco, por ejemplo, siguen faltando aulas para escolares.
A la sombra de Becerra han habido retrocesos en la reforma educativa, porque desde su posición se ha dedicado a la diatriva, a las falsas acusaciones y a los dislates, lejos de encarar los problemas del sector que lo hacen deficiente.
El declive de la Sunedu también tiene como responsable a Becerra, quien ya en el pasado ha dado muestras de que la educación del país no es precisamente lo que le interesa.
El titular de Educación, quien debería ser el más cuidadoso con el uso de las palabras, ha tenido que pedir disculpas cuando comparó a las mujeres aimaras con animales. Y recientemente ha calificado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos como un «adefesio» al tiempo que pedía el establecimiento de la pena de muerte en el país.
El premier Otárola ha aclarado que esa no es la posición del Gobierno, ha citado a Becerra a Palacio. El premier y la presidenta debieran entender que el cambio en el Minedu es un asunto de salud del gabinete.