Un nuevo año

Un nuevo año ha comenzado, pero con una conocida amenaza vigente: la covid-19 y un reiterado anhelo de que se acabe la pandemia.

Si bien es cierto la vacunación en el país y el departamento tiene un avance importante y los profesionales de la salud continúan incansablemente en sus puestos aplicando las dosis a los ciudadanos, también es cierto que persiste entre nosotros una conducta  perniciosa de pasar por alto las medidas de protección.

Todos coinciden en la necesidad de reactivar la economía, de que todos los sectores  económicos regresen a sus niveles prepandemia, e incluso los superen. Pero, si persistimos en incumplir los protocolos de bioseguridad saboteamos ese proceso de reactivar la economía, además de que en cualquier momento podríamos ver, otra vez, llenos los hospitales con enfermos con covid-19.

Es cierto que, por ahora, las vacunas son efectivas contra las variantes del nuevo coronavirus aparecidas, pero si sigue mutando podría aparecer una que burle la protección que brindan.

Entonces, es imprescindible que este año hagamos el esfuerzo por adaptarnos a la nueva normalidad, a ser cumplidores de las medidas de bioseguridad para mitigar los riesgos de contagio y la aparición de nuevas variantes; y para que la economía también recupere la salud que tenía antes de la pandemia, o incluso mejores.