Exjuez sentenciado por corrupción estuvo siete años prófugo
A ocho años de que la Sala Penal Especial de Juzgamiento de la Corte Superior de Justicia de Huánuco lo condenara por recibir 200 soles de un procesado y a 7 años de que la Corte Suprema de Justicia ordenara su captura, el exjuez Wilfredo Carlos Ramos Pino fue detenido en la ciudad de Lima y trasladado a Huánuco para ser internado en el establecimiento penitenciario.
Ramos Pino fue condenado por los jueces Elmer Ninaquispe, Sandra Cornelio y Florencia Guerra en setiembre del 2016 luego de que en juicio determinaran su responsabilidad en el delito contra la administración pública, en la modalidad de cohecho pasivo específico, y le impusieron 8 años de pena privativa de la libertad efectiva. Pero, la ejecución de sentencia se suspendió hasta que el caso se resuelva en segunda instancia.
El exjuez que para entonces ya había sido destituido por el Consejo Nacional de la Magistratura, llevó su caso a la Corte Suprema de Justicia que en abril del año 2017 declaró inadmisible su recurso de apelación pues ni el sentenciado ni su defensa concurrieron a la audiencia.
Ante ello, los jueces supremos declararon consentida la sentencia de primera instancia y dispusieron su captura. Se conoció que una segunda requisitoria que pesaba contra el capturado era por el delito de omisión a la asistencia familiar.
PROCESADO
El entonces juez del Segundo Juzgado Penal de Huánuco enfrentó inicialmente proceso administrativo disciplinario a cargo de la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistratura de Huánuco que en agosto del año 2010 recibió la queja de Luis Flores Robles quien lo acusó de haberle solicitado 200 soles con la finalidad de ayudarlo en su proceso por el delito contra la fe pública en su modalidad de uso de documento público falso.
Como prueba, el denunciante presentó un video del momento de la entrega del dinero, que —según dijo— fue registrado en marzo de ese mismo año en el propio despacho del juez.
El procesado relató que el 24 de marzo se presentó al juzgado a indagar sobre su caso y es cuando se enteró que la jueza que llevaba a cargo había enfermado y que su expediente estaba a disposición del juez Ramos Pino.
Fue entonces que se entrevistó con él y es cuando le solicitó 200 soles a cambio de favorecerlo en su proceso.
Luis Flores dijo que ese mismo día reunió el dinero y retornó al despacho de Wilfredo Ramos. Detalló que luego de firmar documentos y sellarlos, sin mediar palabra el denunciado le hizo una señal con la mano y él entregó el dinero, lo que fue grabado con un lapicero espía.
Un día después de que recibiera el dinero, el juez dictó sentencia absolutoria a favor de Luis Flores.
JUICIO
Al llegar el caso del juez a juicio oral, Flores cambio su versión para tratar de salvar a Ramos Pino, pero sus argumentos no convencieron a los magistrados.
Dijo estar emocionalmente mal por lo que no recordaba haber tenido proceso por uso de documento falso. Y sobre el dinero que entregó al ahora sentenciado sostuvo que él estaba en la cola para ingresar al cajero del banco cuando vio que al juez, que estaba a su delante, se le cayó su dinero y que él los recogió y guardó en sus bolsillos, pero que luego decidió devolverlo e ingresó al juzgado.
Pero también manifestó que grabó la entrega en plan de broma y que tenía el lapicero porque había sido policía de inteligencia. Sostuvo que guardó el vídeo como medida de seguridad para cuando el juez no le sirviera en lo que él quisiera».
Señaló que luego entró en desesperación y se dirigió a la Presidencia de la Corte para denunciar que un juez le pidió dinero. Manifestó además que había dado diferentes versiones debido a la enfermedad que sufría.
AUTODEFENSA
En el juicio, Wilfredo Ramos sostuvo que el CD no era prueba suficiente para acreditar la imputación ya que la fecha en el CD era diferente a la que el denunciante señaló haber realizado la entrega del dinero. «…en cuanto a ese hecho, de ese gesto por el cual se entendería que es solicitud de dinero es que ese hecho sólo confirma lo que ya dijo Luis Flores…de que me devolvía el dinero…», alegó.
Luego de analizar cada una de las pruebas y testimonios de los testigos, los jueces condenaron a 8 años de cárcel a Wilfredo Ramos y ordenaron el pago de 10 mil soles de reparación civil.