Se acoge a la terminación anticipada y salva de ir a la cárcel

A cinco años de pena privativa de la libertad convertida en 260 días de jornadas laborales fue sentenciado Wualdir Ronlen Huarac Suárez quien se acogió al proceso de terminación anticipada antes de la audiencia en la que un juez de Tingo María debía resolver el pedido de prisión preventiva del Ministerio Público.

Huarac Suárez fue detenido el 12 de mayo luego de que su amigo Ernesto Osorio Saravia confesara que el arma de fuego que hurtó se lo había empeñado por la suma de 200 soles.

Ante los policías que llegaron a su casa, el sentenciado no negó tener el revólver, sino que los llevó a la casa de su madre en el caserío Bolaina (Luyando) donde lo tenía escondido.

Con autorización de la dueña de casa, los agentes registraron un ropero donde hallaron el arma de fuego, abastecido con cuatro municiones, de propiedad de Nicolás Casio Cristóbal.

Wualdir que dijo trabajar como taxista fue investigado por delito contra la seguridad pública, en la modalidad de uso y posesión ilegal de arma de fuego y municiones.

Tras reunir los elementos de convicción, la fiscal de la Primera Fiscalía Penal Corporativa de Leoncio Prado, Carina Arana Pimentel, solicitó al Poder Judicial dictar prisión preventiva para el investigado.

Pero la audiencia de prisión se convirtió en terminación anticipada. El juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Tingo María aprobó el acuerdo de terminación anticipada entre el Ministerio Público, el procesado y su defensa, y dictó sentencia condenatoria.

Además de cumplir las jornadas laborales, el sentenciado deberá pagar la suma de 6 mil soles de reparación civil.

HURTO

En tanto que la investigación contra Ernesto Osorio Saravía por el hurtó del revólver de su amigo Nicolás está a cargo de otra fiscal.

El agraviado denunció que la noche del 10 de mayo se encontraba en la puerta de su casa cuando apareció su vecino y amigo Ernesto quien se encontraba ebrio.

Luego de unos minutos de conversación, el agente de seguridad dejó a su amigo para dirigirse a los servicios higiénicos, circunstancias que Ernesto aprovechó para sustraer su revólver.

El sospechoso fue ubicado al día siguiente y al ser interrogado reconoció haber sustraído el arma y que lo empeñó a su amigo  Wualdir por la suma de 200 soles.

     
 

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