Suegra y madre de técnicos nutricionistas de hospital era la proveedora de carnes
Denuncia de comerciante por supuesta estafa saca a luz evidentes hechos de corrupción en nosocomio
Un evidente caso de corrupción que compromete a trabajadores del Departamento de Nutrición y Dietética del Hospital Regional Hermilio Valdizán Medrano ha visto la luz a raíz de la denuncia por supuesta estafa que realizó un comerciante de carnes.
Resulta que dicho hospital tenía como proveedora de carnes a Bertha Chocca Castellanos que es suegra de Roberto Richerd Tumi Cutipa, técnico nutricionista nombrado en esa institución, y madre de Janeth Olortín Choga, que también es técnica nutricionista en el hospital regional y pareja de Roberto.
La Policía ha establecido documentadamente que Bertha Chocca tiene a sus cinco primeros hijos registrados con el apellido Choga y a los dos últimos con el Chocca.
Y un hecho que ha advertido el fiscal Oscar Mamani Caycho, de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa, es que las carnes que en nombre de Bertha Chocca se ingresaban al principal hospital del departamento no contaban con certificado del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Agraria).
DE FACHADA
La investigación contra Roberto Tumi Cutipa, su suegra Bertha Chocca Castellanos y su cuñado Oliver Kenyi Olortin Choga se inició con la denuncia por supuesta estafa de Jecenio Jeison Romero Minaya, un comerciante de carnes.
Romero Minaya contó a las autoridades que tras conocer en febrero a Roberto Tumi y Oliver Olortin en un partido de fulbito, este lo visitó en su puesto de venta de carnes en el mercadillo Paulinas ubicado en la cuadra 9 del jirón Leoncio Prado para invitarlo a un nuevo partido.
En abril, Roberto lo visitó en su casa, tras una llamada telefónica de coordinación, y tras decirle que era trabajador y proveedor del hospital a través de su empresa Choca le pide que le venda carne y que los pagos serían semanal, quincenal y mensual.
Así se inicia la relación comercial entre Roberto Tumi y Jecenio Romero. El primero enviaba vía WhatsApp la lista de productos que requería a Jecenio y este a su vez los entregaba a Oliver Kenyi Olortín Choga que llegaba todos los días muy temprano en el automóvil con placa de rodaje W1W-589. En ese vehículo se trasladaba hasta el hospital el pescado, mondongo, pavita truchas y pollo, según la investigación policial.
La deuda por las carnes había llegado a los 23 mil soles y, según el denunciante, Roberto Tumi Cutipa no pagaba.
Ante sus insistentes cobros, el 1 de mayo Tumi Cutipa le envía por WhatsApp una imagen del cajero del Scotiabank en la que se observa una cuenta bancaria a nombre de Bertha Chocca. Entonces le dice que «el doctor» le dijo que ya le depositaron.
Al día siguiente Jecenio Romero acudió al hospital donde se reunió con Roberto Tumi y el abogado Jorge Raúl Quispe Castro, quien —según su relato— le dijo que el hospital aún no cancelaba al proveedor.
El técnico nutricionista del hospital aprovecha el momento y le pide otros 53 pollos al comerciante y este accede. Al día siguiente Oliver recoge el pedido.
Y ante los insistentes reclamos de pago, Roberto entrega el 5 de mayo a Jecenio en una fiesta social un paquete de dinero diciendo que había diez mil soles, pero al contarlos solo había cinco mil. Al día siguiente regresó al hospital y esta vez, ante sus reclamos de pago, Quispe Castro le dice que ya cancelaron a Roberto Tumi.
Veinte días después, Jecenio dijo haberse enterado que el proveedor del hospital no era Roberto Tumi —como le había dicho— sino la suegra de este, Bertha Chocca Castellanos.
En junio envió dos cartas notariales a Roberto exigiendo la cancelación de la deuda de 18 mil soles; pero, sin respuesta alguna. En julio lo buscó en su casa en Llicua y —según se denuncia— fue amenazado con palabras soeces. Fue entonces que decidió denunciar su caso en el Depincri.
Aunque la investigación policial concluyó que se habría configurado el delito contra el patrimonio, en la modalidad de estafa agravada, el fiscal Oscar Mamani la archivó aduciendo que no configuraba porque el engaño que sufrió Jecenio «no reviste idoneidad; dicho de otro modo, debe tener suficiente entidad o fuerza capaz de inducir a error a la víctima» y que este «no habría adoptado ninguna medida en salvaguarda de su bien».
Lo que sí acogió de la investigación policial es que los hechos relatados configurarían la presunta comisión del delito contra la administración pública en la modalidad de colusión agravada. Sin embargo, de manera sorprendente, el fiscal Mamani no deriva los actuados a la Fiscalía Anticorrupción para que actúe conforme a sus atribuciones.
No obstante, se conoce que la investigación policial también ha sido derivada a la Fiscalía Anticorrupción para que asuma competencia, pues Roberto Tumi no solo es trabajador nombrado en el hospital regional Hermilio Valdizán, sino que también fungiría de proveedor de carnes a nombre de su suegra Bertha Chocca que a su vez es mamá de otra trabajadora del nosocomio.
Según información de dicho nosocomio, Bertha Chocca obtuvo diez órdenes de compra en el 2023 y tres en el 2024 por un total de 284 047 soles, aproximadamente.