Huanuqueños se aglomeraron en plaza y calles por Halloween

¿Festejar Halloween es más importante que cuidar la salud? Esa pregunta deberían responderse los cientos de jóvenes y hasta padres de familia que, acompañando a sus hijos, acudieron a la Plaza de Armas la noche del 31 de octubre para acoplarse a esta celebración importada.

Aún no caía por completo la noche, pero las calles del centro de la ciudad se iban llenando de fantasmas, payasos y diablillos de todos los tamaños que, dejando atrás las advertencias sobre un virus mortal que ya cobró más de 700 víctimas en el departamento, se tomaban fotos y pedían dulces en los comercios abiertos.

Ya a las 8 de la noche, la cantidad de personas en la Plaza de Armas era incontable. Como si fuera poco, muchos de los que ahí se congregaron olvidaron llevar su mascarilla  y otros tantos la llevaban colgada en el cuello o debajo de la nariz. Y ni hablar del distanciamiento físico: inexistente.

Lo mismo por los jirones Dos de Mayo y Huánuco. Los niños recorrían los locales comerciales con las calabazas en mano pidiendo golosinas, como se acostumbra en esta fecha.

Chicos y grandes abarrotaron la Plaza de Armas a pesar de prohibición de reuniones y advertencias del peligro.

«Ponte la máscara para tomarte foto», se le oyó decir a una mujer a su hijo, alentando a participar de la celebración, además de poner en riesgo sus propias vidas.

Solo dos días atrás, la fiscal de prevención del delito Rocío Castro recordaba que es un delito contra la salud pública incumplir las normas sanitarias establecidas para evitar la propagación de la covid-19. Y la Dirección Regional de Salud ese mismo día emitió un comunicado invocando «a que los niños y niñas no realicen recorridos para recoger dulces en centros comerciales, uso de máscaras, disfraces y fiestas,toda vez que estas actividades pueden tener un alto riesgo de propagación del virus…»

El mismo presidente de la República, Martín Vizcarra, le pidió a la población no exponerse a un contagio por Halloween, pero todo eso quedó en el olvido.

Y tampoco se vio a  ninguna autoridad ni a la Policía con intención de hacer cumplir el Decreto Supremo n.º 1116-2020-PCM que prohíbe todo tipo de reuniones, eventos sociales u otros.

Para el primero de noviembre, Día de Todos los Santos, el Cementerio General y los camposantos particulares anunciaron que no recibirían visitas.

Pero, algunas personas llegaron a los cementerios con flores a recordar a sus muertos, y se sorprendían al encontrar la puerta cerrada. Así vivió la ciudad de Huánuco la «Noche de Brujas» y el «Día de los Muertos». Celebraciones, que en circunstancias normales, podrían ser inofensivas, Pero, estas no son circunstancias normales.

     
 

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