La ciudad de los brujos

En la ciudad donde vivo desde hace 7 años, aún se conserva la técnica del revocado de las paredes hechas por tapiales y ajustadas por un pisón, se despierta con el canto del gallo al promediar las 3 y 45 de la madrugada, lo que conlleva a una orquesta de cantos seguidos del primer kikiriki y se duerme al amparo de la mirada vigilante del cerro Rocoscoto y de las ruinas de Atash.

El cubículo y la niña

La tarde de aquel sábado huanuqueño, con ventisca, encontré circunstancialmente a Eduardo por las calles de la ciudad, ciudad que empezaba a cobijarme, fue para que me hiciera una propuesta, que como todo político hace y después de tantas obligaciones, reuniones y promesas por doquier, pasa al olvido.