Una ruta antigua
Según cuentan las voces mayores, primero fue un angosto camino que se extendía desde La Alameda siguiendo una ruta que llevaba hacia los diversos pueblos de norte de la ciudad, por donde andando los tiempos ingresaría la turba revolucionaria en 1812 para reivindicarnos de la felonía chapetona. Acaso era solo una estrecha trocha por donde caminaban pastores, traficantes de aguardiente, bandoleros furtivos y pishtacos desalmados.