Uso de activos virtuales en las transacciones empresariales

A menudo escuchamos sobre el bitcoin y las subidas y bajadas en su valor, para entenderlo hay que saber que el bitcoin es una especie de criptoactivo que representa un activo virtual que se maneja en la economía actual. Cuando nos referimos a activos virtuales estamos refiriéndonos a bienes inmateriales (intangibles) creados por personas a través de programas de computadora y que circulan por la red informática, utilizando el “blockchain” que permite funcionalidades de pagar, transferir y por lo tanto tener la tenencia o derecho sobre este activo virtual.
El blockchain es una cadena de bloques que contienen datos cifrados de una transacción en la red. Desde la contabilidad, podemos imaginarnos como el libro caja y bancos donde se registran todas las entradas y salidas de dinero.
Lo verdaderamente novedoso es que la transferencia no exige un tercero que certifique la información, sino que está distribuida en múltiples nodos independientes e iguales entre sí que la examinan y la validan sin necesidad de que se conozcan entre ellos. Una vez introducida, la información no puede ser eliminada, solo se podrá añadir nueva información, ya que los bloques están conectados entre sí a través de cifrado criptográfico, por lo que modificar datos de un bloque anterior a la cadena resulta imposible, ya que se tendría que modificar la información de los bloques anteriores.
La tecnología ‘blockchain’ ha transformado procesos en diferentes sectores económicos, científicos y otros ámbitos. De hecho, existen plataformas que utilizan la tecnología ‘blockchain’ para visibilizar la cadena de suministro de los productos que consumimos, logrando seguir el trayecto que recorre el alimento desde que sale de un cultivo hasta que llega a nuestra mesa.
Según la clasificación brindada por Markets in Crypto Assets (MCA por sus siglas en inglés), que será el estándar de regulación en la Unión Europa, tenemos los siguientes casos: Primero, cuando un activo virtual nos permite transferir y pagar, y se basa en técnicas criptográficas (encriptar información), se les llama tokens de pago o criptoactivos, siendo el más conocido el bitcoin.
Segundo, cuando el activo virtual está atado al valor estable de una moneda fiduciaria (fiat), que reduce su alta volatilidad, se le llama stablecoins, siendo los más conocidos las monedas USDC, que aparejan su valor al precio del dólar. Hoy los bancos están explorando diversas iniciativas con los stablecoins. Por ejemplo, marcas como Visa ya liquidan transacciones con USDC y tanto Visa como MasterCard han emitido tarjetas cripto que funcionan como tarjetas prepagas masivas, permitiendo cargarlas con criptoactivos que luego pueden ser utilizados para consumos e incluso para retirar dinero fiat.
En tercer lugar, cuando el activo virtual nos permite representar un derecho patrimonial como una acción o crédito (bono o papel comercial), se les llama tokens de activos. Recientemente, en Europa se aprobó hacer un piloto para tokenizar instrumentos financieros, utilizando el blockchain. Se estima que esto abrirá un mercado de 350 mil billones de dólares, que es el volumen global de instrumentos financieros que, al ser tokenizados, podrán ser negociados sin intermediarios, de manera ágil y sencilla. Finalmente, cuando el activo virtual nos permite acceder a una utilidad de alguna plataforma, como votar electrónicamente o acceder a juegos en línea o a premios, se les llama tokens de utilidad. Quedan fuera de la clasificación del MICA los tokens no fungibles (NFT) (salvo que tengan propiedades de instrumentos financieros) y las monedas digitales que desarrollan los bancos centrales pues corresponden al ámbito público.
Considerando que los usos de activos virtuales cruzan todo el mercado financiero (pagos, transferencias, créditos e instrumentos) y que Europa representaría el estándar a seguir, es fundamental que en el Perú nuestras autoridades (MEF, BCR, SBS, SMV) construyan una visión común para planificar una regulación coordinada con un enfoque que sea integral, proporcional al riesgo, por actividad y que promueva el desarrollo de estos activos, que pueden ser un gran aporte a la inclusión financiera y al desarrollo de los mercados financieros.
Huánuco, 31-08-2022