Vigilantes del bien común: la función fiscalizadora de los regidores

Econ. Aldo Reyes Viviano
Consultor en gestión pública descentralizada

La función de fiscalización de los regidores municipales es una pieza fundamental para garantizar la transparencia y la correcta administración de los recursos públicos a nivel local.

La fiscalización es un mecanismo de control que tiene una connotación muy amplia; se entiende como sinónimo de: inspección, vigilancia, seguimiento, auditoría, supervisión, control y de alguna manera de evaluación, ya que evaluar es medir, y medir implica comparar. El término significa cuidar y comprobar que se proceda con apego a la ley y las normas establecidas para tal efecto1.

Los regidores, como representantes elegidos democráticamente, tienen la responsabilidad de supervisar y controlar las actividades del alcalde y de la gestión municipal, asegurando que se cumplan las normativas legales y se atiendan las necesidades de la población.

La función de fiscalización de los regidores está establecida en diversas normativas y regulaciones peruanas, entre las cuales destacan la Ley Orgánica de Municipalidades (Ley N° 27972) que establece las funciones y atribuciones de los regidores, destacando su rol fiscalizador. Según el artículo 10, los regidores tienen el derecho y el deber de fiscalizar la gestión municipal y de velar por la correcta aplicación de las políticas públicas. Además de la Ley N° 27972, cada municipalidad cuenta con un reglamento interno que precise las competencias y procedimientos de fiscalización de los regidores, incluyendo mecanismos de denuncia, investigación y sanción.

En nuestro departamento, tenemos en el periodo 2023 – 2026 un total de 453 regidores, de los cuales, 223 son mujeres y 230 hombres. Para el caso de las regidoras, esta cifra constituye la cantidad más alta alcanzada desde el periodo 1983/1986, en dicho periodo la cantidad de regidoras mujeres fue de sólo 19. Contrariamente sucede en el caso de los regidores, que el periodo 1983/1986 fueron 362 y en el período 2023/2026 disminuyó a 30 regidores. (Ver Gráfico N° 01).

Entre las principales funciones de fiscalización de los regidores municipales incluyen:

  • ♦ Supervisar las actividades del alcalde y los funcionarios municipales, asegurando que las decisiones y acciones estén alineadas con los planes de desarrollo y presupuestos aprobados.
  • ♦ Tienen el derecho de acceder a toda la documentación relevante de la municipalidad, como contratos, licitaciones, estados financieros y actas de sesiones, para verificar su legalidad y pertinencia.
  • ♦ Vigilar el uso adecuado de los recursos públicos, evitando malversaciones, corrupción y gastos indebidos.
  • ♦ Recibir y canalizar las denuncias de la ciudadanía sobre irregularidades en la gestión municipal, actuando como intermediarios entre la población y las autoridades competentes.
  • ♦ Elaborar y presentar informes periódicos sobre sus actividades de fiscalización, exponiendo hallazgos, recomendaciones y posibles irregularidades detectadas.

La pregunta sale por si sola: ¿nuestros regidores están cumpliendo con las funciones de fiscalización?

A pesar de su importancia, la función de fiscalización de los regidores enfrenta muchas limitaciones, entre las que podemos mencionar:

  •  ♦Muchos regidores carecen de la formación técnica necesaria para realizar una fiscalización efectiva, lo que limita su capacidad de análisis y control.
  • ♦ Las municipalidades suelen tener recursos limitados, lo que afecta la implementación de mecanismos y herramientas de fiscalización adecuados.
  • ♦ En algunos casos, los regidores pueden enfrentar presiones políticas que dificultan su labor fiscalizadora, especialmente si pertenecen al mismo partido del alcalde.
  • ♦ La excesiva burocracia y la falta de transparencia en la gestión municipal pueden obstaculizar el acceso a la información y la realización de auditorías efectivas.

Mi experiencia como funcionario público, me permite afirmar que muchísimas veces los partidos políticos, los movimientos regionales y las alianzas electorales no preparan a sus representantes para ejercer el cargo público de representación popular al que los postulan.

En principio, se supone que quien postula a un cargo de representación popular, cualquiera sea el rango de la representación, tiene la experiencia personal suficiente para asumir sus funciones con eficiencia.

Lo real, sin embargo, es que cada quien va con la formación personal que alcanzó por sus propios méritos y esfuerzos en su propia carrera política y su idoneidad no siempre satisface sus requerimientos.

Es evidente también que nadie enseña a fiscalizar y que hay que aprender a hacerlo sobre la marcha.

Es indispensable, por tanto, que todo aspirante a un cargo de gobierno nacional, regional o local tenga oportunidades de capacitarse y acceso a un mínimo de pautas de fiscalización.

Mejorar la función de fiscalización de los regidores es crucial para asegurar una gestión pública transparente, eficiente y orientada al bienestar de la población. Con el apoyo adecuado y la implementación de buenas prácticas, los regidores pueden desempeñar un rol significativo en la lucha contra la corrupción y en la promoción del desarrollo local sostenible.

1 http://www.buenastareas.com/ensayos/Procedimiento-De-Fiscalizacion/119335.htm.

     
 

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