Fundo Pacán

Com. Social Pilar Trujillo Martel
Com. Social Pilar Trujillo Martel

Entre la expansión urbana y el agobiante impuesto 

Entrevista a: Lic. en Ciencias Físicas Luis Alberto Gonzáles Ramírez-Propietario

El fundo Pacán es un baluarte de la industria huanuqueña en la producción del aguardiente de caña de azúcar. Su historia nos remite a la trascendente presencia de Mariano Dámaso Beraún Fuentes, físico, matemático, astrónomo, filósofo, políglota y educador, propietario del bien antes de ocurrida su muerte en 1894. En la antigua ex casa hacienda, ubicada en Chicchuy (parte alta de la propiedad), Beraún habría instalado un observatorio para realizar sus estudios e investigaciones de carácter astronómico.

Cuéntenos ¿cómo se inicia la presencia de su familia en la producción del aguardiente?

Bueno, esto es un legado que viene de mi abuelo, el abogado Manuel Gonzáles Villamil que optara por la carrera de la magistratura hasta lograr el cargo de presidente de la Corte de Justicia de Huánuco. Fallecido él, la administración de la hacienda recae en mi padre, Manuel Celso González Salamanca, que es paz descanse. En aquellos tiempo se producía no solamente el aguardiente de caña de jugo directo, sino que también se tenía una producción considerable de frutas -como la naranja- de hortalizas y muchos productos de pan llevar. Actualmente me encuentro a cargo de la empresa y, seguimos con la tradición familiar, la producción del aguardiente de caña de jugo directo.

¿El fundo Pacán siempre funcionó en la ubicación actual?

El fundo se inició en la parte alta, allí teníamos la casa hacienda. Posteriormente, cuando mi padre se casa -le estoy hablando de hace unos 70 años- se construyó esta casa hacienda en la parte baja, en respuesta a la necesidad de mi persona y la de mis hermanos de poder acceder las instituciones educativas que estaban ubicadas en la ciudad de Huánuco.

¿Actualmente cuántas hectáreas tiene en producción y cuánto produce en aguardiente?

Anteriormente teníamos muchas hectáreas. Su extensión llegaba hasta lo que es hoy en día el camal, toda esa zona, era zona de caña de azúcar. Con el crecimiento de la población, han ido convirtiéndose en áreas urbanas. Así es como nos hemos ido reduciendo a lo poco que queda.

La producción actual es muy baja, solamente tenemos 9 hectáreas de caña dura -es la que resulta menos atractiva para las personas y eso evita su robo- pero es justo la necesaria para mantener la demanda que es alrededor de menos de 18 arrobas al día. Más o menos entre 10 a 18 arrobas por día. Y, al mes son entre 4 a 5 cilindros. Es una producción bastante pobre. En algunas ocasiones festivas -como Fiestas Patrias- sube un poquito el consumo, pero después nuevamente baja.

¿Cuál es el problema principal que acusa el fundo Pacán?

El principal problema que tenemos es el agua y tiene lugar en la parte alta del fundo Pacán. La caña de azúcar es una la planta que necesita bastante agua, y allí no es posible cultivarla, porque, a partir de la Reforma Agraria prácticamente nos hemos quedado sin agua.

Me explico, en la parte alta, la dotación de agua proviene de Cacaraco -lugar en el que confluyen varias vertientes de agua, varias quebradas de los cerros que se juntan- hasta conformar un riachuelo, eso es Cacaraco. Desafortunadamente, por iniciativa de un sacerdote, esa agua de uso agrícola, la hicieron bajar por un tubo para consumo humano. Ese hecho ha generado que el cerro San Cristóbal se llene de invasores. Ahora, existe una empresa privada -EMAPA- que capitaliza el agua que nos corresponde, para la producción de “agua potable”. Pero, resulta que el agua es suministrada a la creciente población del cerro San Cristóbal tal como viene. Este insalubre suministro es irresponsablemente aceptado por los usuarios desde hace aproximadamente 20 años. Y, nosotros nos quedamos sin agua, ante la incesante demanda. Y, sin agua no podemos tener nuestros cultivos. En este tema cuestionable existe mucha gente involucrada y mucho dinero de por medio.

¿Cómo logra sortear el problema del agua, qué hace para seguir produciendo?

Por la carencia de agua en la parte alta del fundo Pacán, más o menos en unas 40 hectáreas, no podemos plantar caña de azúcar. Solamente tenemos pequeños cultivos de maíz amarillo, maíz morado, algo de pasto de alfalfa y, bueno la lluvia que nos ayuda con la plantación bastante grande de eucaliptos que vendemos como leña y, que a su vez nos permite purificar el aire. Llevar el agua desde el nivel del río Huallaga hasta esta zona -a través de motobombas- implicaría mucha inversión. Por lo tanto, el cañaveral está restringido a la parte baja. Debo recordar, que la producción del campo, es importantísima para el conglomerado humano, de allí depende su subsistencia.

Y, mantener un fundo como Pacán ¿cuánta fuerza laboral exige?

En mano de obra solamente tenemos 10 obreros, que es lo mínimo para realizar las tareas propias del fundo, como: plantar, regar, urear cortar, moler, cuidar el cañaveral, etcétera. La realidad, no permite, ampliar la empresa, hacer una industria mucho más grande. Y eso que nosotros somos los que más producimos, las demás haciendas tienen una producción menor. La situación debe ser más difícil.

¿Considera usted que el alcohol metílico -no apto para el consumo humano- es la principal competencia para el fundo Pacán?

Ese es nuestro otro problema, la competencia desleal de un producto venenoso que es el alcohol metílico (CH3OH). Este es un producto industrial generado en Brasil para reemplazar al combustible normal, en automóviles. Sin embargo, esta industria se ha paralizado para continuar con los vehículos a petróleo, gasolina y, últimamente a gas. Entonces, ese aguardiente que ellos producen -el alcohol metílico- se ha empezado a comercializar para el consumo humano, lo cual es tóxico. Usted debe recordar que hace poco en la ciudad de Huánuco hubo varios muertos y es que el alcohol metílico no es apto para el consumo humano.

Todos los alcoholes son etílicos, son derivados del azúcar que tienen las frutas. Por ejemplo, el vino, que es de la uva, se obtiene por fermentación, generado por el Saccharomyces cerevisiae, encargado de consumir el azúcar y producir el alcohol etílico.

Entonces, los vinos, el vodka, los aguardientes, las cervezas, etcétera, todos son alcoholes etílicos y son de consumo humano, pero el alcohol metílico no es de consumo humano. Sin embargo se vende por su bajo costo, muy bajo costo -solamente alcanza el 10% del costo del aguardiente de caña de azúcar- entonces, es una competencia desleal que prácticamente amenaza con desaparecer el aguardiente de caña de azúcar.

Pero, en el ámbito tributario, tienen ustedes una carga ¿De qué se trata?

Un problema realmente agobiante es el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), que es un impuesto exageradamente alto, del orden del 55% en el caso del aguardiente. A esta obligación tributaria, es decir, del 55% restante, se tiene que pagar planilla, los impuestos de salud, impuestos a la propiedad, etecétera. Entonces, prácticamente es casi titánico mantener este tipo de negocio.

Cabe señalar, que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), mediante Resolución Ministerial N° 035-2021-EF/15, actualizó los montos fijos del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de los cigarrillos, los productos de tabaco calentado, la cerveza, las bebidas alcohólicas con 20 grados o más de alcohol y el pisco. El ISC, además de tener un fin recaudatorio, es un importante instrumento tributario que coadyuva a combatir externalidades negativas sobre la salud de la población y el medio ambiente.

¿Estos considerandos gubernamentales en el ámbito del ISC ha generado respuesta en los pequeños productores del aguardiente de caña de azúcar?

Los criterios manejados sostienen que, todo lo que es alcohol, no alimenta. Entonces, cómo se trata de un producto que no es alimenticio y qué genera la perdición de muchas personas, debe tener un impuesto alto. Esta medida ha generado muchos reclamos de muchas haciendas para que bajen el ISC, pero, simplemente no nos han escuchado.

¿Cuál cree usted que sería el porcentaje racional en la aplicación del ISC?

Yo considero que el ISC debería bajar por lo menos en un 50%. En nuestro caso, el 22% hasta el 25% podría ser un impuesto razonable, que nos permita progresar. Porque prácticamente estamos estacionarios en el tiempo. No hay posibilidades de inversión fuerte para para poder crecer y, vender a nivel nacional o embotellarlo, etcétera. Se necesita capital y, ese capital prácticamente no existe. Porque como le digo, tenemos un presupuesto de supervivencia, no de un negocio floreciente.

La pandemia del covid19 y el aguardiente de caña de azúcar

¿Cómo le fue al fundo Pacán durante el periodo aciago para la historia de la humanidad

Con la pandemia hemos tenido una fuerte demanda. Porque ha sido un producto que ha ayudado a la población a combatir el covid19. Tuvimos que restringir la venta a dos litros por persona. Así, en Huánuco, por lo menos no se ha visto los efectos de la pandemia de modo tan fuerte como en otros lugares del Perú. Hemos colaborado con la población en ese sentido.

Interesante, dígame usted ¿Cómo se utilizaba el aguardiente en plena pandemia?

A ver, el covid19, es un virus que ataca primero a la garganta, entonces, al hacer gárgaras con el aguardiente, eso desinfecta la garganta. Ese es el momento, en el que el alcohol rápidamente elimina la alta concentración del virus. Lo demás corresponde al organismo de la persona, a su propio sistema inmunológico, a sus defensas.

Durante la pandemia ha ayudado también a la población, la llamada “sopa covid”. Su preparación es en base a ingredientes como: el ajo, la cebolla, el kión y el aguardiente. Su ingesta, permite desinfectar la garganta, que es donde empieza a atacar el virus del covid19.

¿Cuál es el mercado que tienen usualmente el fundo Pacán, en qué lugares se comercializa?

El aguardiente de Pacán es de consumo local. Nosotros no tenemos distribuidores. Toda la producción se vende aquí, en la hacienda. El consumo es doméstico. Algunas empresas comercializan el aguardiente mezclado con frutas “remojado”, hacen el famoso shacta souer, o el shinguirito, entre otra variedad de propuestas. En realidad, el consumo es más de las personas del campo que lo usan bastante para los velorios, para los carnavales, para las fiestas navideñas, etcétera. Entonces no es mucha la demanda. No tenemos una demanda nacional, menos internacional. Algunas personas de Huánuco lo consideran como un producto de bandera porque lamentablemente no hay otro tipo de Industria.

Son 7, más o menos las haciendas que quedan como productoras de aguardiente. Pero todas están con dificultades por los impuestos y el bajo consumo del producto. La cerveza y otros alcoholes han entrado a competir, por ello, cada vez es menor el consumo de aguardiente y amenaza con desaparecer.

¿Qué hacer desde su perspectiva como empresario, para que estas unidades de producción, llamadas fundos o haciendas, puedan pervivir?

Ante la baja de producción, el poco consumo, la competencia desleal, la gran competencia cervecera, y el casi inexistente apoyo al agro. Básicamente, plantearía cuatro aspectos fundamentales: Bajar el Impuesto Selectivo al Consumo. Dar facilidades para el acceso al crédito. Brindar apoyo al agro. Promocionar a nivel gubernamental la introducción de nuestro producto al mercado interno y externo.

     
 

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